“Necesito estar en peligro para crear”

Blanca Li transmite optimismo a raudales. Con una sonrisa permanente y una energía inagotable, la prestigiosa coreógrafa ha presentado en Logroño su último espectáculo, Corazón loco, que se representa el sábado a las 20.30 horas en el Teatro Bretón. Se trata de un proyecto completamente diferente a los anteriores —ha estado en cuatro ocasiones en Logroño—, pues surge de la mezcla de la danza y la música. “No es un ballet, es una ópera ballet. La música es tan importante como puede serlo en una ópera”, ha recalcado.

Corazón loco es fruto del encuentro de la bailarina con el grupo vocal Sequenza 9.3. Blanca Li y la compositora Edith Canat de Chizy ha creado un espectáculo en el que resulta difícil distinguir a simple vista a los músicos de los bailarines. “Queríamos hacer olvidar la frontera entre la danza y el canto”, ha explicado Blanca Li, a pesar de ser dos mundos completamente diferentes. La coreógrafa reconoce haber invertido muchas horas hasta crear un grupo homogéneo de bailarines y músicos, una de las claves del espectáculo, en su opinión. El esfuerzo, por lo visto, ha merecido la pena.

DESAFÍO

Con un amplio bagaje en el mundo de la danza, Blanca Li ha superado un difícil reto con esta representación. “Me encantan los desafíos. Cuando empiezo un proyecto nuevo y es algo que no he hecho antes, me excita muchísimo y eso provoca la creatividad. Necesito estar en peligro para crear y para ilusionarme”, ha constatado.

La fundación de la compañía de danza de Blanca Li se remonta a 1993. Desde entonces ha firmado ocho creaciones, “a partir de un amplio abanico de expresiones corporales, desde el flamenco al hip hop, pasando por la danza clásica o barroca”, se recoge en pequeño folleto de la obra.

El público suele quedar gratamente sorprendido tras ver Corazón loco, y, en especial, aquellos que cuentan con formación musical, ha destacado Li. “Es muy raro ver un espectáculo de danza contemporánea con una creación musical contemporánea”, reconoce. Con el amor como hilo argumental, se conforma un obra con tintes teatrales y musicales, de “muy bella factura”, ha concluido Blanca Li.