Una cosecha difícil de calificar

Los directores técnicos de Bodegas La Emperatriz, David González, y de Finca Manzanos, Borja Ripa, han acompañado a la directora de PROVIR en el avance de lo que ofrecerán los vinos de 2007. La propia Concha Peñaranda ha sintetizado que la cosecha ofrece “diferentes segmentos según la estrategia enológica” que haya seguido cada bodega.

Porque, en lo que respecta a la viticultura, como ha explicado David González, 2007 fue un año “difícil”, con mucha lluvia y muy repartida. Las altas precipitaciones de abril y mayo produjeron la proliferación de hongos, mildiu y oidio especialmente.

El verano fue fresco y seco, “más atlántico que otros años, como ha sido siempre más común en La Rioja”. Esta situación estival, sumada a los factores anteriores, dio lugar a una cosecha “relativamente corta”, en la que apenas hubo que intervenir con prácticas como la vendimia en verde. Estas intervenciones se realizan precisamente cuando la cosecha es muy abundante, para reducir la cantidad de racimos en favor de la calidad de los mismos.

La maduración fue lenta y produjo una media de 10 días de retraso en la vendimia, algo también tradicional en Rioja. Todos estos factores, según David González, han dado lugar a una cosecha “heterogénea”. La acidez, el grado y el color “están bastante bien y, en algunos casos, son brillantes, pero depende de las parcelas”. Por ello, el director técnico de La Emperatriz considera que va a ser difícil la calificación de la añada.

SELECCION DE UVA

Esta cosecha ha dado “mucho trabajo en bodega”, como ha explicado Borja Ripa, separando y clasificando la uva tinta en función del tipo de vino. Por el contrario, la uva blanca se ha portado “muy bien”.

Con los rosados ha sido necesario estar “pendientes de la fermentación”, al igual que con los tintos, que registraban pH bajo y acidez alta. A éstos “les ha costado iniciar la maloláctica pero la han acabado muy bien por el trabajo de los técnicos”, ha señalado Ripa.

Para el director técnico de Finca Manzanos, los vinos “más atlánticos que mediterráneos” de esta cosecha“ tendrán un gran nivel ”si se ha separado la uva por calidades y se ha trabajado bien“. Asegura que los vinos jóvenes se muestran ”frescos, aromáticos y equilibrados“ y los criados pueden ofrecer potencia y estructura.

Borja Ripa coincide con David González en que se trata de una cosecha heterogénea y difícil de calificar. “No hay zonas sino parcelas y formas de trabajar”, ha subrayado, para dejar constancia de que la situación ha sido igual en Rioja Alta, Media y Baja.

Aunque Concha Peñaranda ha señalado que “en PROVIR somos cautos y muy exigentes” a la hora de valorar una cosecha, los técnicos han atendido la demanda de los medios de comunicación aventurando que podría ser calificada como ‘Buena’ o ‘Muy Buena’.