El presidente iraní inicia una visita histórica a Irak

Europa Press

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La histórica visita a Irak del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, es el gesto formal que escenifica la nueva relación de amistad de estos dos países, tradicionalmente enemigos encarnizados. Ahmadineyad conseguirá también con su visita de hoy demostrar la influencia de Teherán sobre la clase política chií iraquí, dominante desde el derrocamiento de Sadam Husein, a pesar de la aversión de Estados Unidos por Teherán y sus aspiraciones nucleares.

Irán e Irak ya tienen negociaciones abiertas en cuestión de comercio, cooperación energética y disputas fronterizas, un acercamiento sólo posible por la caída del régimen de Sadam Husein, principal instigador de la guerra Iran-Irak de 1980-88, una de las más sangrientas del siglo XX en la región.

En la primera visita de un presidente iraní a Irak desde la Revolución Islámica de 1979 que llevó a los ayatolás al poder, Ahmadineyad pretende incrementar las relaciones comerciales y financieras entre ambas potencias regionales, aunque el viaje de dos días se verá sin duda marcado por las acusaciones de Washington contra Teherán por su presunto suministro de armamento a las milicias chiíes que operan en Irak, algo que el Gobierno iraní niega.

“La principal cuestión será el éxito que supone para su política exterior ir a Irak y volver (...) ante la mirada de los estadounidenses cuando éstos pretenden precisamente aislar a Irán”, explicó un diplomático occidental desde Teherán bajo condición de anonimato.

Además, supone un importante espaldarazo político para Ahmadineyad, que logrará así desviar la atención de la difícil situación económica que viven los iraníes, con una inflación de dos cifras. Ahmadineyad también podría verse beneficiado con vistas a las elecciones legislativas de este mes, termómetro para su eventual candidatura a la reelección en las presidenciales del año próximo.

Por otra parte, las autoridades iraquíes han pedido a Washington y Teherán que no utilicen Irak como campo de batalla para dirimir sus diferencias. Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas con Irán desde 1979 y ahora acusa a los iraníes de estar intentando construir armamento nuclear, a pesar de que Irán asegura que el enriquecimiento de uranio es necesario para su programa nuclear civil.

Washington intenta ahora que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas apruebe una tercera resolución con sanciones por la negativa de Teherán a interrumpir el enriquecimiento de uranio.

“La influencia de Irán en Irak es muy clara”, indicó el experto iraní Amir Mohebian. “Si Estados Unidos quiere utilizar la influencia de Irán en Irak para mantener la seguridad, será mejor que tengan buenas relaciones (...) sin enviar el mensaje de las sanciones”, agregó.

EQUILIBRIO DE PODER

A pesar de no mantener relaciones diplomáticas, Irán y Estados Unidos han celebrado tres rondas de conversaciones directas para intentar frenar la violencia en Irak. Sin embargo, la cuarta ronda de negociaciones fue suspendida a petición de Irán por “motivos técnicos”.

Ahmadineyad, uno de los más feroces críticos del Gobierno de George W. Bush, también buscará destacar la importancia de la relación entre Irán y el Gobierno iraquí, dominado por los chiíes. Aunque Irán prefiere un Gobierno afín en Bagdad, pero aspira a mantener buenas relaciones con todos los partidos y facciones porque pretende evitar el desmembramiento del país.

“La mejor situación (para Irán) es un Gobierno central dominado por los chiíes pero lo suficientemente débil para depender de Irán para mantener el equilibrio de poder en el interior de Irak”, indicó el diplomático. Muchos políticos iraquíes, principalmente los chiíes y los kurdos, pasaron años exiliados en Irán durante el gobierno de Sadam Husein.

Sin embargo, Estados Unidos acusa a Irán y a su Guardia Revolucionaria de financiar, entrenar y equipar a las milicias iraquíes chiíes, aunque Teherán lo niega y atribuye la violencia a la presencia de las torpas estadounidenses y aboga por tener un vecino estable.

“No quieren (que Irak) se quede fuera de control ni que sea demasiado cómodo para la coalición”, indicó un experto iraní que vive en Londres, Baqer Moin, en declaraciones a Reuters.

Algunos analistas creen que Irán ha utilizado su influencia en las milicias para ayudar a reducir la violencia durante el último año como una concesión a Washington ante la amenaza de que Estados Unidos utilizara la fuerza para conseguir poner fin al programa nuclear iraní.

Mientras, ayer se dio a conocer que Irán está estudiando la posibilidad de conceder un préstamo a Irak para proyectos con empresas iraníes, según informó en la televisión nacional el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Alireza Sheij Attar.

“El préstamo de mil millones de dólares a Irak es una de las cuestiones claves a negociar entre ambos países”. “El crédito permitirá que se lleven a cabo proyectos básicos empleando material y productos necesarios de Irán”, afirmó Sheij Attar.

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