Adiós al hombre que dio lustre a La Vuelta

Europa Press

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El ex director general de la Vuelta ciclista a España, de 1982 hasta 2003, Enrique Franco, fallecido este miércoles en Madrid a los 74 años, fue el gran impulsor de la ronda desde que en 1979 su familia la compró al Correo Español-El Pueblo Vasco, y bajo su dirección la prueba vivió su 'Edad de Oro', especialmente en la década de los ochenta. Nacido en Madrid el 26 de septiembre de 1933, Enrique Franco, junto a su hermano Eduardo y a Felipe Sáiz de Trápaga, adquirió los derechos de la Vuelta a España a finales de los setenta, a instancias del entonces presidente de la Federación Española de Ciclismo, Luis Puig.

Desde aquel momento, e hipotecando todos sus bienes -en la primera Vuelta el coche oficial era el suyo propio-, Franco transformó un negocio en ruinas en una de las tres grandes vueltas ciclistas por etapas del mundo, junto al Tour y al lado del Giro de Italia, y tradujo los números rojos en beneficios para Unipublic, la empresa organizadora. Franco mudó una Vuelta decadente en la brillante de los ochenta en la que lograron los triunfos, entre otros, el francés Bernard 'el caimán' Hinault, los españoles Pedro Delgado, Marino Lejarreta, Álvaro Pino, el 'escarabajo' colombiano Luis Herrera o el irlandés Sean Kelly.

En su primera Vuelta no hubo ni televisión y la ganó Faustino Rupérez. En 1983, Televisión Española ya retransmitió en directo la victoria de Hinault por delante de Marino Lejarreta y el malogrado Alberto Fernández, escaladores ambos de pura cepa y de la vieja escuela española. Llevó la paz al mundo del ciclismo al ser el artífice de la creación del Consejo de Ciclismo Profesional, que aglutinaba a todas las partes interesadas en el pelotón nacional, organizadores, ciclistas y equipos, y con Rafael Cortés Elvira entonces como secretario de Estado para el Deporte. En agosto de 1995 fue elegido presidente ejecutivo del Consejo de Ciclismo Profesional y en la pasada legislatura también fue vicepresidente de la Federación Española, en representación del ciclismo profesional, informa la RFEC.

La primera Vuelta a España que se disputó en septiembre fue precisamente en aquel 1995, una decisión que fue algo polémica pero que se llevó a cabo en un intento de la Unión Ciclista Internacional (UCI) por reestructurar el calendario y para dotar de un mayor espacio entre las consideradas como tres 'grandes', Giro, Tour y Vuelta. Miembro del jurado de los premios Príncipe de Asturias, Franco comenzó a resentirse de su delicado estado de salud y se fue apartando del primer plano del pelotón. La de 2003 fue su última Vuelta en el coche del director de carrera, honor que dejó en manos de su hermano Tito Franco al año siguiente y de Víctor Cordero, actual director general de la ronda, en 2005.

El 26 de mayo de 2005 formalizó la venta de Unipublic, empresa tenedora de los derechos de la Vuelta a España, a Antena 3 y se desvinculó para siempre del ciclismo. Había dejado atrás un trabajo que empezó tres décadas atrás, en 1975, con el nacimiento de Unipublic.

UNA CRONOESCALADA EN LA BOLA DEL MUNDO.

Entre otras actividades, Unipublic se especializó bajo el mandato de Franco en la organización y comercialización de eventos deportivos de élite, caso de Mundiales (Gimnasia Rítmica, Esquí, Karate, Patinaje o Ciclismo), Europeos o Campeonatos de España (Atletismo, Ciclismo, Fútbol Sala, Paddle, Gimnasia Rítmica, Natación, etc). Además, organizó otras actividades culturales y deportivas, tales como la Universiada (1981), el Campeonato del Mundo Cultural (1982); y certámenes de Pintura y Fotografía deportiva. En 1983 contribuyó muy activamente en la creación de la Liga ACB de baloncesto, e incluso participó en la misma con el 'Grupo Ifa Barcelona', posteriormente 'Grupo Ifa Granollers'.

Asimismo, fue el responsable de la creación y gestión del Club de Atletismo Larios, 6 veces campeón de Europa. Publicista de profesión, Enrique Franco cultivó otras dos grandes pasiones, además del ciclismo: los toros y el flamenco clásico. De la afición taurina pasó a tener contratadas más de 100 plazas en todo el mundo y la musical le condujo a atesorar una de las colecciones de discos más importantes de nuestro país. En cambio, Enrique, que buscó siempre el puerto más inverosímil en cada edición de su Vuelta a España, se quedó sin ver cumplidas dos ambiciones personales: una cronoescalada en la 'Bola del Mundo' (Puerto de Navacerrada, Madrid) y una etapa en línea por el Parque Natural de El Teide.

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