Cuatro mujeres mueren en la peor jornada de violencia doméstica en España

España registró este martes la jornada más sangrienta a causa de la violencia machista, desde que las autoridades estudian este problema social, según confirmó la presidenta del Observatorio sobre la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Montserrat Comas.

Y es que en menos de 24 horas, cuatro mujeres han perdido la vida a manos de su pareja, concretamente, en el madrileño barrio de Lavapies, en el Puerto de Santa María (Cádiz), en la localidad de Cullera (Valencia) y la última, en Valladolid. Comas no recuerda precedentes de un día tan sangriento y advierte de que, “ni los poderes públicos, ni la sociedad española podemos acostumbrarnos a convivir con estas cifras intolerables”. La responsable del Observatorio, condenó “rotundamente” estos cuatro nuevos asesinatos, “fruto de la violencia criminal machista” y se solidarizó con “el dolor de los familiares de las víctimas”.

Dicho esto, instó a los partidos políticos a “recuperar el impulso” con el que se comenzó la legislatura en la lucha contra este fenómeno y promuevan la reflexión en el marco de la campaña electoral. “Desde los poderes públicos debemos seguir interrogándonos día a día como se puede ser más efectivos en la efectividad de las medidas contenidas en esta Ley de medidas integrales contra la Violencia de Género”, apuntó.

ELEVAR LA CONCIENCIA PÚBLICA

Comas entiende que este asunto debe volver a “la prioridad política”, con el fin de que se eleve la conciencia pública y de rechazo. A este respecto, lamenta que, según el barómetro del CIS de noviembre de 2007, “solo un tres por ciento de la sociedad considera grave” este problema.

No obstante, Comas cree que la sociedad no puede “fijarse en el empeño de reducir las muertes hasta su erradicación”, dado que las causas de la violencia de género “afectan a patrones culturales sexistas muy arraigados, que precisan un gran cambio”.

En este sentido, reiteró su apoyo a la Ley integral que, recordó, “fue aprobada por unanimidad en el Parlamento” y “no forma parte de la permanente confrontación política entre los dos grandes partidos”. “Yo, personalmente, creo más en el análisis y valoración de este fenómeno”, concluyó.