Goles infructuosos

Rioja2

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Tres goles en Tafalla, un punto; tres goles en Cuenca, un punto, dos goles en León, cero puntos. Hacer goles a domicilio es una tarea ardua y difícil que, paradójicamente, se le da bien, muy bien, al Logroñés. Eso sí, el equipo riojano no sabe rentabilizarlos. Es otro de los lastres que arrastra el conjunto blanquirrojo que ve como, pese a ser el equipo más goleador del grupo a domicilio, sus goles lejos del Municipal de Las Gaunas son también unos de los que menos recompensa tienen.

Y es que en partidos en los partidos en los que el Club Deportivo ha marcado más de dos goles a domicilio, sólo ante el Guadalajara (1-3) y ante el Osasuna B (1-3), los blanquirrojos han conseguido hacerse con los tres puntos en juego. Es la cara amarga de la fragilidad defensiva que caracterizó (y lastró) al Logroñés de Quique Setién y que este domingo en La Fuensanta, volvió a aparecer encajando, por primera vez desde que Abadía dirige el equipo, más de un gol en 90 minutos.

Lo cierto es que la rentabilidad de los goles blanquirrojos es escasa. Doce puntos sumados lejos del Municipal convierten al Logroñés en el decimotercer mejor visitante (o en el octavo peor si se opta por la interpretación negativa) y con la tercera peor relación goles-puntos. Así, sólo los goles de la Peña Sport (siempre nos quedará la Peña Sport, piensan algunos) y de la Cultural Leonesa tiene un rédito inferior a los blanquirrojos.

Un gol para el equipo navarro equivale a 0.33 puntos, mientras que para los leoneses marcar un gol implica sumar 0.71 puntos. El tercer lugar es el del Logroñés cuyos goles equivalen a tres cuartos de punto (0.75). En el lado contrario se sitúa Osasuna B y Huesca. El conjunto navarro apenas marca a domicilio (lo ha hecho en siete ocasiones) pero cada vez que anota suma dos puntos. Y el Huesca, el ejemplo a seguir en muchas cosas, mejora incluso las estadísiticas pamplonesas. Un gol oscense a domicilio suponen 2.2 puntos para las arcas blaugranas. Todo un récord.

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