La cara alegre de la canción portuguesa

Hay vida más allá del fado. Y una vida alegre y repleta de ilusión. Dulce Pontes ha hecho especial hincapié en este aspecto en su último trabajo, El corazón tiene tres puertas, con el que se presenta este sábado a las 20.30 en Riojaforum.

La popular cantante lusa, que para esta ocasión ha contado con la colaboración del compositor gallego Carlos Núñez, pretende mostrar al público que la música portuguesa no sólo consta de notas tristes y melancólicas y que existe un amplio abanico de estilos más allá del archiconocido fado. Y lo más importante de todo: que estos nuevos ritmos transmiten alegría, pasión e ilusión.

El corazón tiene tres puertas es el último trabajo de la cantante lusa, que surge como fruto de las buenas sensaciones que le dejó la gira en directo que realizó hace cuatro años. La primera parte de este álbum se compone de fados y música tradicional portuguesa. A continuación se recogen temas medievales, para cuya grabación se escogieron como localizaciones la iglesia de Santa María de Óbidos y del convento de Cristo, ambos ubicados en la localidad lusa de Tomar, que gozan de una gran acústica.

TRAYECTORIA

Partiendo de viejas melodías lusas y de instrumentos que ya casi no se utilizan, Dulce Pontes ha elaborado un estilo muy personal, en el que ha sabido mezclar influencias musicales de decenas de países del mundo como España, Brasil, Bulgaria o Grecia.

Colaboradora de artistas como la caboverdiana Cesaria Evora, el brasileño Caetano Veloso o el griego George Dalaras, en 2003 elaboró junto al compositor Ennio Morricore, uno de los más prestigiosos autores de bandas sonoras que existen, su álbum Focus. En este disco, Dulce Pontes ponía la voz a las diferentes composiciones sonoras que hizo el maestro transalpino para el cine.

No ha sido esta la única relación de la cantante con el séptimo arte, por cuanto que su voz también aparecía en el fado O brisa do coraçao de la película de Marcelo Mastroianni Sostiene Pereira (1995). Otro de sus temas más famosos, A canção do mar, figuraba en la banda sonora de Las dos caras de la verdad (1996), de Richard Gere y Edward Norton.