Folatos contra el alzheimer

Un equipo de científicos escribe en la revista 'Neurología, Neurocirugía y Psiquiatría' esta afirmación a la cual han llegado después de estudiar a casi 600 jubilados durante dos años. Con este estudio, no dejan de aumentar las pruebas científicas de que los niveles de ácido fólico (o folatos) tienen que ver con el mal de alzheimer, ya que su escasez suele aumentar el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Últimamente, las autoridades británicas están considerando la posibilidad de obligar a los fabricantes de alimentos a añadir folatos al pan y las harinas de maíz.

El ácido fólico es especialmente beneficioso para las mujeres embarazadas, ya que se ha probado que este nutriente previene malformaciones en la columna del feto pero, además, ahora se sabe que también puede prevenir la demencia. No obstante, la relación exacta entre la falta de ácido fólico y enfermedades como la demencia no se conoce a fondo.

El equipo de investigación indica que “hay cambios en los micronutrientes podrían guardar relación con otros signos típicos que preceden a la demencia, como la pérdida de peso y la bajada en los niveles de presión arterial”. Si bien matizan que la pérdida de peso no es en sí misma causa de alarma, sí advierten que podría indicar que hay cambios en la calidad de la alimentación“.

De acuerdo con sus datos, el 3,5 por ciento de las personas incluidas en su estudio mostraban carencia de folatos, ese grupo de individuos era tres veces más propenso a la demencia que el resto de voluntarios. La enfermedad era también más frecuente en las personas de edad más avanzada, relativamente peor formados e inactivos.

Clive Ballard, director de la Sociedad de Alzheimer, ha declarado que este estudio en particular es “un ejemplo más de por qué es crucial que la gente se anime a llevar una vida sana, una dieta equilibrada rica en vitaminas B y antioxidantes”.

De todas formas, también advierte que “los beneficios potenciales para la prevención o el tratamiento de la demencia sólo podrán comprobarse rigurosamente con un ensayo clínico que tenga en cuenta todas las variables que invfluyen en el riesgo de desarrollar este trastorno”.