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Ibarretxe insiste en su referéndum

Europa Press

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El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha ratificado en la Universidad de Stanford su intención de celebrar una consulta ciudadana en octubre de este año y aseguró que el derecho a decidir no divide, sino que lo que genera división es que éste “le sea negado” al pueblo vasco.

Durante su conferencia titulada 'Una propuesta para poner fin al conflicto vasco', Ibarretxe señaló que los vascos tienen “un doble reto fundamental: lograr la paz en un país que lleva mucho tiempo sufriendo la actividad violenta de ETA” y lograr la normalización política “mediante un Pacto con el Estado español que permita poner fin a un conflicto político histórico”. Tras precisar que este “conflicto tiene su origen en el siglo XIX”, señaló que “es necesario solucionarlo por vías políticas y democráticas, aplicando fórmulas modernas del derecho de autodeterminación de los pueblos, tal y como recomienda Naciones Unidas”.

En su opinión, estas fórmulas y procedimientos ya han sido utilizados con éxito en otros lugares y situaciones similares, como el caso de Québec y Canadá, o en el mismo corazón de Europa, con ejemplos tan significativos como la reunificación de Alemania, Eslovenia, República Checa, Eslovaquia, Kosovo, Lituania, Estonia, Irlanda, Escocia, etc, y tantos y tantos ejemplos de solución de conflictos de naturaleza nacional“.

Ibarretxe reconoció que el Estatuto de Autonomía ha servido “para gestionar numerosas competencias propias”, pero precisó que, “después de casi 30 años, la inmensa mayoría de la sociedad vasca reclama la negociación de un nuevo marco de relación entre Euskadi y España”.

En esta línea, recordó que, el 31 de diciembre de 2004, el Parlamento vasco aprobó por mayoría absoluta el denominado Plan Ibarretxe, “una propuesta que plantea un nuevo marco de relación con el Estado español basado en la libre asociación y en el respeto mutuo”. No obstante, recordó que fue rechazada “por las Cortes españolas, pero está encima de la mesa como un instrumento que contiene las bases para solucionar el conflicto vasco, utilizando, única y exclusivamente, las vías políticas y democráticas”.

PACIFICACIÓN

En su opinión, el pueblo vasco “es moderno, creativo, solidario, a la vanguardia del Desarrollo Humano Sostenible, pero falta la Paz”. “La violencia de ETA provoca el sufrimiento de personas inocentes y mancha el buen nombre del pueblo vasco, pero, además, sus efectos perversos ocultan la existencia de un conflicto político que es preciso resolver por la vía del diálogo y la negociación política”, aseveró. Para el máximo representante del Gobierno vasco, es necesario “no confundir el problema de la violencia de ETA con el conflicto político de relación entre Euskadi y el Estado español”, además de “entender que el conflicto supone reconocer la existencia de dos problemas que requieren interlocutores y procesos de solución diferentes”, apuntó.

En este contexto, recordó que en el pasado ha habido “diferentes intentos de negociación entre el Estado español y ETA para acabar con el problema de la violencia”, como la negociación de Argel en 1989, siendo presidente Felipe González, el proceso de Suiza en 1998, estando al frente del Gobierno José María Aznar, y el último “intento fracasado” se produjo entre marzo de 2006 y junio de 2007, con José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Ejecutivo.

Para Ibarretxe, “todos ellos han fracasado porque se confundieron el problema de la violencia de ETA y la solución del conflicto político vasco”. Tras precisar que la banda armada no representa al pueblo vasco, dijo que su violencia debe desaparecer inmediatamente, “al margen de que los partidos alcancen o no acuerdos para resolver el conflicto”. “La sociedad vasca exige que manifieste, de forma clara e inequívoca, su voluntad definitiva de poner fin a la lucha armada”, señaló.

A su juicio, “esta declaración es previa a abordar un escenario de final dialogado de la violencia, conforme con la resolución aprobada en el Congreso en mayo de 2005, que autoriza el diálogo con ETA para lograr el fin de la violencia”. “En todo caso, la búsqueda de la paz requiere que las instituciones y la propia sociedad vasca sigamos arropando a las víctimas del terrorismo”, agregó. Tras apostar por “arropar a las víctimas”, apuntó que “la defensa de todos los derechos humanos para todas las personas, sin excepción, es un principio fundamental”. “En una democracia, la violencia no puede ser utilizada como excusa para el recorte indiscriminado de derechos civiles y políticos”, afirmó.

DERECHO A DECIDIR

El lehendakari aseguró que el derecho a decidir es “la llave de la solución del conflicto político vasco”, que tiene su origen en el siglo XIX, “cuando el Estado español decidió por la fuerza romper unilateralmente un régimen de relación con los Territorios Vascos, basado en el respeto a sus derechos históricos y en la libre asociación”. A su juicio, ahora “es preciso resolver este conflicto” mediante el diálogo, el respeto mutuo y el reconocimiento de la capacidad del pueblo vasco para decidir su futuro. “A veces, el Gobierno español dice que el derecho a decidir divide a la sociedad vasca. No, lo que realmente divide es negarle el derecho a decidir su propio futuro”, añadió.

El lehendakari destacó que el derecho de autodeterminación “está reconocido expresamente en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos de 1966, ratificados por el Reino de España, pero, además, es un instrumento esencial para la prevención de conflictos, como defiende Naciones Unidas. De esta forma, este principio está sirviendo para canalizar, de forma pacífica y democrática, conflictos de identidad y de pertenencia en sociedades modernas y avanzadas, como en Québec, Irlanda, Escocia, etc”.

HOJA DE RUTA

De esta forma, expuso la Hoja de Ruta para resolver el conflicto que planteó en el Parlamento vasco en septiembre de 2007. El primer paso es “la oferta institucional de Pacto Político” de Ibarretxe “al presidente del Gobierno español sobre dos principios: el principio ético de rechazo a la violencia y el principio democrático de respeto a la voluntad de la sociedad vasca”.

El segundo paso será en junio, cuando la Cámara autónoma pueda ratificar “el pacto político alcanzado con el presidente del Gobierno español y, además, autorizar una consulta para que la sociedad vasca lo pueda refrendar”. “En el supuesto de que el Pacto Político no haya sido posible, como lehendakari, solicitaré al Parlamento vasco autorización para realizar una consulta -que en este caso no sería jurídicamente vinculante- para desbloquear la situación política y abrir un doble proceso de negociación”, insistió.

Según aseguró, la consulta se celebrará el 25 de octubre de 2008 y servirá “para ratificar el pacto político que se haya alcanzado con el Estado”, y, si no hubiera sido posible, “servirá para que la sociedad vasca envíe un doble mandato”. El primero de ellos iría dirigido a ETA para que “manifieste su disposición a poner fin a la violencia e iniciar un proceso de negociación para abordar su final definitivo”. El segundo mandato sería para todos los partidos con el fin de que inicien una negociación para alcanzar, en un plazo determinado, un acuerdo de normalización política. En caso de que la sociedad vasca apoyara la propuesta sometida a consulta, se abrirían estos dobles procesos de negociación.

Finalmente, explicó que su propuesta recoge la celebración de un referéndum resolutivo, resultado del proceso de negociación política, y que se celebrará en la segunda mitad del año 2010.

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