Derrotados, pero vivos

EFE

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A pesar de que el 1-0 en contra que se trae el Villarreal de San Petersburgo no se puede decir que sea un buen resultado, lo cierto es que el conjunto español se puede dar por satisfecho, ya que el Zenit se mostró muy superior y mereció una renta mayor.

El equipo ruso, diseñado por el entrenador holandés Dick Advocaat a base del talonario de la empresa energética Gazprom, demostró que no es el campeón de su país por casualidad y que es un rival muy a tener en cuenta, ya que con el de hoy acumula 22 partidos europeos invicto en su feudo.

Ambos equipos se mostraron mucho respeto

en los primeros compases del encuentro sobre el patatal que era el césped del estado Petrovski. Los dos primeros avisos llegaron por mediación de dos libres directos lanzados por Nihat y Tymoschuk, que obligaron a lucirse a los guardametas.

Los rusos se aclimataron mejor al estado del terreno de juego y dominaron el encuentro. Con un buen trato de balón, provocaron que el Villarreal se sintiese incómodo y perdiera muy pronto sus posesiones.

Pese al mal juego de su equipo, Nihat estuvo listo en el ecuador de este periodo para aprovechar un error de la zaga rusa, pero no estuvo tan afortunado en su mano a mano con el portero Malafeev. Apenas un minuto después, de nuevo la tuvo el goleador turco, pero falló otra vez en la definición.

El conjunto ruso no se amilanó pese a los dos zarpazos del Villarreal y en un rápido contragolpe pudo marcar el primero de no ser por otra gran intervención de Diego López a disparo de Pogrebnyak.

El equipo dirigido por Advocaat pasaba por encima del Villarreal, pero fallaba en el último pase, lo que permitió a los españoles alcanzar los vestuarios con el empate inicial.

En la reanudación, el Zenit redobló su dominio ante un Villarreal que tuvo que multiplicarse en defensa para impedir que los rusos batieran a un Diego López, que de nuevo se erigía en el héroe de su equipo.

Sin embargo, un clamoroso error del meta español iba a empañar su actuación, al no acertar a despejar con el pie un balón, lo que permitió a Pogrebnyak marcar el primer y único gol del partido (m.62).

Manuel Pellegrini intentó que su equipo reaccionara y dio entrada primero a Rossi y después a Tomasson, para dotar de una mayor presencia ofensiva a su equipo.

El técnico chileno consiguió su objetivo. El Villarreal comenzó a tener una mayor posesión, lo que unido a la rapidez de Rossi y los desmarques de Tomasson empezaron a poner en problemas a los locales, que pasaron por agobios en los minutos finales, aunque consiguieron mantener su mínima renta para afrontar el partido de vuelta.

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