Adiós a uno de los clásicos
Miguel Soroa falleció el lunes en Tolosa tras una larga enfermedad. El gran zaguero guipuzcoano se caracterizó por tener una de las izquierdas más elegantes de su época y por su ejemplaridad fuera de las canchas.
Miguel Soroa nació en Elduaien en 1926, y debutó en la élite de la pelota con 24 años. Ganó su primer título el año 1954, en Eibar. En un partido disputado contra Barberito, se impuso 22-4 por lo que consiguió su primer campeonato manomanista.
Miguel Soroa comenzó como jugador muy tarde, pasados los 25 años. Hasta entonces había sido acordeonista de pueblo en pueblo y organista de su localidad natal. Recién casado, Soroa necesitó cambiar de vida y encontró en la pelota su tabla de salvación: dio el salto a profesionales, donde se mantuvo 22 años, y ganó el año de su debut el Cuatro y Medio, frente a Ogueta.
A Soroa, a quien se le recuerda por su zurda, le tocó lidiar con uno de los mejores pelotaris de los años 50 y el único que ha dado a La Rioja un campeonato manomanista: Barberito I. El de Baños de Río Tobía, que un año antes había logrado su txapela defendió el título ante el de Elduaien, pero no pudo volver a conquistarlo. Soroa vapuleó a Barberito, 22-4.
Siempre ligado a los frontones, la vida del mítico pelotari llegó a su fin a los 82 años. Los funerales se oficiarán el martes a las 18.00 de la tarde en Tolosa, y será enterrado posteriormente en su localidad natal.
0