Ademar se aprovecha del desgaste mental de Algeciras (37-30)
El Ademar logró al final una cómoda victoria ante un Algeciras más preocupado por la delicada situación económica de sus jugadores, pero que llegó a León con ganas de dar la sorpresa, aunque al final, el mayor potencial de los leoneses y el gran desgaste de los andaluces fueron suficientes argumentos para que la victoria se quedara en León.
El equipo leonés volvía a la competición después de mes y medio de obligado descanso y la vuelta no sentó nada bien a los de Jordi Ribera, muy apáticos y dormidos ante un Algeciras que quiso dejar todos sus problemas extradeportivos en el vestuario para intentar buscar una alegría en León.
Los andaluces mandaron en el partido hasta los diez minutos de juego con un Valero Rivera como el principal director de juego y el máximo artillero de los suyos ante un rival, el Ademar que no estaba nada cómodo con demasiados errores y que veía como los de Ricar Frach mandaba en el electrónico hasta de dos goles.
El Ademar comenzó a desperta y pasado el ecuador decidió tomar el control del partido con un Castresana que se encargó hasta entonces de que los andaluces no se fueran en el marcador y así con el paso de los minutos, el equipo leonés comenzó a ser el dominador de un partido que comenzaba a quedarse sin historia.
El Algeciras fue a menos y se encontró con una nueva defensa enfrente que se convirtió en el mayor problema del equipo visitante que vio como la lógica comenzaba a comandar en el palacio de los Deportes y su rival se iba en el marcador.
Se llegó al descanso con un parcial de siete goles a favor de los leoneses y el partido parecía ya sentenciado a falta de 30 minutos donde la remontada para los andaluces parecía ya una misión imposible.
En las filas del Ademar debieron pensar que el partido estaba resuelto y entonces se encontraron con una defensa mixta del Algeciras que se convirtió en la gran revolución del partido ya que los locales vieron como al principio de este segundo acto hacían un preocupante parcial de 3-7 que daba alas a los andaluces
El equipo de Frach se creció y mucho más cuando llegaron a ponerse a tan solo dos goles (26-24) después de ir ganando por ocho, pero a partir de ahí, el Algeciras se quedó sin fuerzas y fue el mayor respiro para un Ademar que en los últimos diez minutos dejaba el encuentro visto para sentencia.
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