Los obispos “entran” en campaña

Los obispos han emplazado a “a los católicos y todos los que deseen escucharles” a votar a los partidos “compatibles con la fe y las exigencias de la vida cristiana”. En una nota emitida a los medios de comunicación, los prelados insisten en que es necesario “actuar responsablemente” en las elecciones del próximo mes de marzo. Para ello, aseveran, resulta importante tener en cuenta “el aprecio que cada partido, cada programa y cada dirigente otorga a la dimensión moral de la vida”. Al respecto, añaden que “la aconfesionalidad del Estado no se debe confundir con la desvinculación moral”.

De su comunicado se pueden destacar los siguientes comentarios sobre temas relacionados con la actualidad.

- Aborto. Los obispos insisten en la “defensa de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural y la promoción de la familia fundada en el matrimonio”, entre un hombre y una mujer.

- Educación para la Ciudadanía. Se critican “las dificultades para incorporar el estudio libre de la religión católica en los currículos de la escuela pública”. De la nueva asignatura se dice que “lesiona el derecho de los padres a formar a sus hijos de acuerdo a sus convicciones religiosas y morales”.

- Terrorismo. “No se puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni se la puede tener como interlocutor político”.

- Nacionalismos. Los obispos “reconocen la legitimidad de las posiciones nacionalistas, que, sin recurrir a la violencia, por métodos democráticos, pretenden modificar la configuración política de la unidad de España”.

- Inmigrantes. De ellos se dice que “necesitan atención y ayuda”, al igual que las mujeres amenazadas por la violencia de género y los niños que son víctima de explotaciones y abusos.

- Matrimonio. Sobre este punto, el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, ha señalado en rueda de prensa que “no existe en España”, dado que sólo ha quedado como “una frase poética y no jurídica”.