El conductor que mató a Enaitz deberá pagar las costas de la demanda civil que ayer retiró

El conductor del coche que atropelló mortalmente a Enaitz Iriondo, Tomás Delgado, deberá pagar las costas de la demanda civil que presentó contra los padres, reclamándoles 20.000 euros por los daños ocasionados en el vehículo, y que, ayer, miércoles, retiró en la vista oral en los Jugados de Haro.

Según relata el auto del Juzgado de Primera Instancia de Haro, en el acto de la vista oral, el demandante manifestó, a través de su abogado, Santiago Gimeno, que desistía del juicio. Los demandados no se opusieron a ello pero sí solicitaron que pagara la costas.

“Parece lógico -establece la juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Haro en el auto- que la parte actora, que ha dado lugar a que la parte demandada tenga unos gastos necesarios para defenderse de una acción, de la que posteriormente se desiste, sea quien tenga que sufragarlos”. Por tanto, condena al demandante al pago de las costas causadas.

EL 'NO-JUICIO'

El conductor de Santo Domingo que atropelló y mató al joven Enaitz Iriondo retiró ayer la demanda mediante la que exigía 20.000 euros a los padres de la víctima por daños en su vehículo. Así lo anunció el abogado del demandante, Santiago Gimeno, por lo que se suspendió el juicio en el Juzgado de Primera Instancia de Haro. El letrado aseguró que su cliente, Tomás Delgado Bartolomé, tomó esta decisión por las numerosas injurias que han lanzado contra él los padres del joven a través de los medios de comunicación.

La retirada de la demanda, explicó, se debe a la “presión mediática, injurias contra el honor y la inntimidad” que, según dijo, han sido impulsadas por la propia familia del joven, contra su defendido. Con este argumento, reclamó en la vista -que duró apenas tres minutos- que la familia de Enaitz se haga cargo de las costas del juicio, algo a lo que se negó el letrado de los demandados que ha solicitado que se “actúe conforme a la ley” y se condene en costas al demandante. La jueza encargada del caso será la que determine quién pagará las costas. Para ello, se abren veinte días de plazo.

El conductor no estuvo presente en la vista. Sí lo estuvieron los demandados, Rosa María Trinidad y Antonio Iriondo, los padres, y la hermana de Enaitz, Garazti Iriondo, que a la salida dijeron mostrarse “muy contentos” por la retirada de la demanda por parte del conductor.

Tras los escasos minutos que duró la vista el abogado de la familia, Francisco Gómez Llorente, aseguró que harán todo lo posible para que Tomás Delgado sea juzgado por lo penal e intentarán demostrar que las cosas no fueron como se dijeron en su momento. “Está claro que el asunto por vía civil ha terminado”, ha asegurado. Ahora, según ha dicho, llega el momento de que “la justicia sigua actuando para depurar responsabilidades” en el caso. Según el letrado, detrás de la retirada hoy de la denuncia, “subyace la convicción real de que no tenía base legal ni moral para hacer la reclamación”. “Era un pretensión injustificada”, ha concluido. “Las pruebas periciales son contundentes; por eso, si la Fiscalía encuentra un resquicio para ello seguiremos adente”, ha concluido.

APLAUSOS A LA FAMILIA

Una cerrada ovación por parte del público congregado recibió a Rosa María Trinidad y Antonio Iriondo a la salida de los juzgados de Haro. Decenas de personas -entre ellas, numerosos escolares- acudieron para mostrarles su apoyo. Los padres de Enaitz se mostraron satisfechos con la retirada de la demanda, pero aseguraron que no cejarán en su intento de pedir responsabilidades al conductor por la vía penal. “Estamos muy contentos, con una emoción enorme, pero ahora no termina todo; ahora, empieza todo”, aseveró Antonio Iriondo. “La vía penal es nuestra próxima meta”, aseguró la madre de Enaitz.

Rosa María Trinidad, quiso además expresar su agradecimiento a los medios de comunicación, reconocimiento del que se ha hecho eco su marido: “Muchísimas gracias a todos, sin la ayuda del público y los medios de comunicación, ésto no hubiera sido posible”. Rosa María Trinidad sólo lamentó no haber podido demostrar en la vista toda la documentación que poseen y que, según afirmó, desmonta los argumentos del conductor. Sin embargo, afirmó “ver un poco de luz” tras lo sucedido hoy y ratificó su intención de intentar reabrir el caso por la vía penal: “Tenemos todas las pruebas para ello”.

Respecto a la ausencia de Tomás Delgado en el juicio, Trinidad reconoció sentirse más tranquila. “Estaba temblando, pero no ha aparecido y ha sido mucho mejor porque nos ha ahorrado un sufrimiento más”, admitió. “Nosotros estamos sufriendo mucho con todo esto; es duro y para mi hija, ella es muy joven”, afirmó.

En los últimos días, el Fiscal Superior de La Rioja, Juan Calparsoro, ha anunciado la apertura de dligencias para estudiar la posibilidad de reabrir el caso por la vía penal, para lo que el lunes mantuvo un encuentro con Rosa María Trinidad y Antonio Iriondo. Además, han presentado un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Unas actuaciones que parten de la indignación de los padres, tras la demanda por daños presentada por el conductor que atropelló y mató a su hijo el 26 de agosto de 2004. En ese momento, y con los datos que figuraban en el atestado de la Guardia Civil, el caso fue sobreseido, al entender que fue el joven el que se incorporó de repente a la carretera y que el conductor no incurrió en un delito penal.

Dicho informe de la Guardia Civil determinaba que Delgado conducía a 113 kilómetros hora -en un tramo en el que la velocidad permitida es de 90 kilómetros hora, y que presentaba un índice de alcoholemia de 0,15 miligramos de alcohol por litro de aire expirado. Sin embargo, un informe pericial elaborado por la familia asegura que conducía a 173,9 kilómetros hora y que la prueba de alcoholemia le fue realizada una hora y media más tarde.