La Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes pide una revisión del caso
La Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes (DIA) ha mostrado hoy su “indignación” por la demanda presentada por un conductor por daños en su coche contra los padres de un joven al que atropelló y mató en Castañares de Rioja en 2004 y ha pedido que se revise el caso para depurar responsabilidades.
En declaraciones a Efe el presidente de DIA, Francisco Canes, ha hecho hincapié en que se reabra el proceso y ha solicitado que, “si se demuestra que el demandante cometió una imprudencia y que tuvo gran parte de la culpa -del accidente-, se busque la manera de condenarlo y que pague por lo que hizo”.
El accidente mortal ocurrió el 26 de agosto de 2004, cuando el joven de 17 años Enaitz Iriondo Trinidad, natural de Durango (Vizcaya), regresaba en bicicleta al cámping de Castañares de Rioja, donde estaba de vacaciones con sus padres, Antonio y Rosa.
El conductor, Tomás Delgado Bartolomé, de 43 años y vecino de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), no fue condenado por el atropello porque el Juzgado que instruyó el caso consideró que el hecho no supuso una infracción criminal.
Tres años y medio después del accidente el conductor reclama a los padres del fallecido 20.000 euros en concepto de los daños ocasionados a su vehículo, un Audi A-8, y los gastos de alquiler de otro coche.
La junta directiva de la asociación, con sede en Alcoy, ha ofrecido su apoyo a la familia del joven fallecido y ha calificado de “bajeza moral” la actitud del demandante. En su opinión la demanda presentada por este hombre muestra “una falta enorme de sensibilidad y una indecencia enorme”, ha recalcado Canes.
DIA ha felicitado también al fiscal delegado de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, por interesarse por el asunto y decir que va a intentar que se esclarezca lo sucedido, y le ha pedido que revise el caso si se demuestra que el atestado “no era correcto y faltaban cosas”.
Según los informes policiales, el coche circulaba a 173,90 kilómetros por hora en una carretera donde la velocidad máxima permitida es de 90 kilómetros por hora y el conductor hubiera dado una tasa de alcohol superior a la establecida, informó ayer Stop Accidentes.
La madre del fallecido, Rosa Trinidad, explicó que dada la velocidad del coche, el impacto fue tan brutal que el cuerpo del joven fue lanzado a más de 18 metros de altura, sobrepasando la luz de las farolas que estaban ubicadas en dicha carretera.
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