Nada de régimen
La población estadounidense, célebre por su mala alimentación, está empezando a dejar de lado la alternancia de malos hábitos y dietas y se inclina por la alimentación sana como norma, según un reciente sondeo.
Una encuesta entre los consumidores asegura que el 29 por ciento de las mujeres norteamericanas y el 19 por ciento de los varones del país están a dieta. Hace diez años, esas cifras eran del 35 y el 23 por ciento, respectivamente.
“El problema de ponerse a régimen es que la mayor parte de la gente se siente privada de algo que necesita, o bien acaba decepcionándose con los resultados. Por supuesto, el éxito depende de la constancia”, explica el vicepresidente de NPD, la asociación de consumidores que ha llevado a cabo la consulta entre la población.
Mejorar el estado de salud general es el primer motivo que aducen el 68 por ciento de las personas que admiten estar a régimen.
“Estamos empezando a aceptar nuestro peso corporal y lo que más nos importa ahora es estar sanos”, añadía el portavoz de la asociación.
La fórmula más extendida es controlar uno mismo lo que come, ayudado por un mejor etiquetado de los alimentos, según las opiniones de los encuestados.
Un tercio de las personas a dieta asegura haber formulado su régimen ellos mismos (muchas veces sólo reduciendo las cantidades de alimentos). El nueve por ciento mantiene su fe en las dietas “extremas”, bastante perniciosas y de resultados irregulares.
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