Titín y Laskurain, por la vía rápida

A Titín le ha sentado bien la txapela del Cuatro y Medio. Lo demostró en el estreno del Parejas 2009. En San Sebastián y ante Olaizola II y Otxandorena, el de Tricio se llevó su primer triunfo de cuartos de final (11-22) con más comodidad de la inicialmente prevista gracias, en parte, a la solvencia de Laskurain, que transmitió al riojano la confianza suficiente para que éste disfrutara con Olaizola.

La apuesta de azules (Titín y Laskurain) y los colorados (Olaizola II y Otxandorena) sólo tuvo una diferencia. Las dos parejas buscaron el fallo del zaguero contrario, pero mientras que Titín no rehuyó en ningún momento la pelea en los cuadros alegres, el delantero de Goizueta saltó al Atano menos envalentonado que el de Tricio.

Quizá la txapela del Cuatro y Medio le dio más moral al riojano; quizá el navarro se amedrantó; quizá es que Titín sigue disfrutando sin salir del tres. Sea como fuere, lo cierto es que en la retaguardia Laskurain cumplió a la perfección, un par de escapadas y una chapa anotó en su debe y todo lo demás, sin asumir demasiado protagonismo, lo hizo a la perfección. Buscó una y otra vez el fallo de Otxandorena al que amarró durante buena parte del choque en el nueve y al que llegó a enviar un par de pelotas al rebote que ni intentó devolver.

Así, con un zaguero (al menos en el estreno) solvente, Titín sólo se tuvo que preocupar de lo suyo. De divertir a la escasa parroquia presente en el frontón donostiarra y de desesperar a Olaizola II. Y en un arranque fulgurante en el que sólo un bonito remate del navarro y un fallo de Laskurain permitieron a los colardos doblar sus dos primeros cartones, Titín y su zaguero se marcharon al décimo gracias a dos fallos de Otxandorena, dos rebotes de Laskurain, un saque y tres tantos del riojano y un fallo de Olaizola II.

Todo fue como la seda hasta que una ayuda de Otxandorena a su compañero se cerró con una volea del zaguero que no encontró respuesta. No cambió el partido radicalmente, pero sí lo justo para que se crecieran los rojos y maquillaran provisionalmente un marcador que, hasta ese momento apuntaba paliza. Del 2-12 se pasó a un 9-15 que, sin ser inquietante, sí que dio un punto de emoción al choque.

Fue algo temporal. Tras estrellar Titín, involuntariamente, una pelota en la cabeza de Olaizola, el riojano y Laskurain apretaron los dientes. El ritmo del partido decreció en su recta final cuando el choque ya estaba visto para sentencia. Dos remates de Titín que Olaizola II no supo llevar a buena dejaron el partido en 10-21 para que tras un tanto del delantero navarro Titín cortara un saque de Olaizola, sembrara de incertidumbre a los colorados que no se aclararon para prolongar el partido. 11-22.