Las Fuerzas Armadas españolas cierran un negro 2007

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Las Fuerzas Armadas concluirán 2007 con un total de quince bajas en operaciones de mantenimiento de la paz en el exterior, nueve de ellas en atentados terroristas, lo que representa el mayor número de fallecidos por acciones hostiles desde que en 2003 siete agentes del CNI y otros dos militares perdieron la vida en Irak.

Tras sufrir en 2006 la primera baja por atentado terrorista en Afganistán -el soldado paracaidista Jorge Arnaldo Hernández Seminario falleció el 8 de julio-, las tropas españolas comenzaron este año con la pérdida el 21 de febrero de la soldado de la BRILAT Idoia Rodríguez Buján, la primera militar muerta en misión de paz.

Rodríguez Buján sufrió la misma suerte que el paracaidista Hernández Seminario, ambos perdieron la vida por la explosión de una mina anticarro al paso de su Blindado Medio de Ruedas (BMR) en Afganistán. Las quince víctimas mortales registradas en 2007 elevan a 144 el número total de militares fallecidos en misiones en el exterior desde que España comenzó su participación en operaciones de paz.

El siguiente ataque terrorista con bajas mortales en las filas del Ejército de Tierra español se produjo el pasado 24 de julio en Líbano, fecha en que seis soldados de la Brigada Paracaidista perecieron por la explosión de un coche bomba activado a distancia. Fue el primer y único atentado sufrido por el contingente español desde que se desplegó en el país árabe en octubre de 2006.

El último atentado tuvo lugar en Afganistán el 24 de septiembre. Entonces murieron dos soldados de la Brigada Paracaidista, Stalyn Mera Vera y Germán Pérez Burdos, y el intérprete que les acompañaba, Rohulah Mousavi, por la deflagración en la provincia de Farah de un artefacto explosivo accionado a distancia con cable.

El año que concluye deja también un trágico balance de accidentes de tráfico en operaciones en el exterior, con un total de seis bajas en cinco siniestros. El pasado 17 de octubre se produjo en Istok (Kosovo) el último vuelco mortal de un vehículo táctico de las tropas españolas. El cabo Bonilla Ríos, destinado en el Regimiento de Infantería Mecanizada La Reina de Córdoba, y el cabo Roldán Naranjo fallecieron al volcar su todoterreno Anibal después de conseguir esquivar a otro coche que había invadido su carril en un cruce de carreteras próximo a la base española.

Meses antes, otro accidente se cobró la vida del sargento de Infantería del Ejército de Tierra Juan Antonio Abril Sánchez, que murió el 26 de mayo en Afganistán al volcar su vehículo de Alta Movilidad Táctica (VAMTAC) en la provincia de Badghis.

Sólo nueve días antes, el 15 de mayo, las tropas españolas desplegadas en la provincia serbia de Kosovo sufrieron la pérdida de otro de sus efectivos. El soldado de la Brigada Acorazada Guadarrama XII (BRIAC XII) Jorge Ramiro Villalba falleció en un accidente de moto en Atenas cuando disfrutaba de un permiso reglamentario.

Una semana antes, el 9 de mayo pasado, el cabo de la Brigada Acorazada Guadarrama XII Fernando Rumi Zamora fue encontrado muerto en la habitación de su hotel en Skopje (Macedonia), donde se encontraba disfrutando de un permiso.

Esa misma Agrupación Táctica 'Toledo' había sufrido otra baja el pasado 24 de abril, cuando el soldado José Javier Colorado, destinado en el Regimiento de Infantería Acorazado 61 -perteneciente a la Brigada Acorazada Guadarrama XII-, perdió la vida al volcar el vehículo blindado BMR en el que viajaba.

Afganistán ha sido la misión española que más bajas ha registrado, 86 en total, y la primera en la que perdió su vida una militar española, la soldado de la Brigada de Infantería Ligera Paracaidista Idoia Rodríguez Buján.

También en el país asiático murieron 17 militares en el accidente del helicóptero Cougar, el 16 de agosto de 2003, y se registraron las dos primeras víctimas mortales por ataques de la insurgencia afgana, los soldados Jorge Arnaldo Hernández Seminario (7 de julio de 2006) e Idoia Rodríguez Buján (21 de febrero de 2007), muertos por sendas explosiones de minas anticarro.

A consecuencia de ataques armados, el hecho más grave se registró el 29 de noviembre de 2003, cuando siete militares españoles que pertenecían al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) murieron en una emboscada en Latifiya (Irak) mientras regresaban a su base en Nayaf desde Bagdad.

BOSNIA, IRAK Y KOSOVO

España ha sufrido un total de 20 bajas durante su presencia militar en Bosnia Herzegovina. La última víctima mortal data del 13 de febrero de 2003, cuando falleció el brigada de la Guardia Civil José Andrés Ygarza en un accidente de tráfico.

Las tropas españolas destacadas en la provincia serbia de Kosovo han sufrido en total nueve bajas, seis de ellas como consecuencia de accidentes de tráfico, desde el inicio del despliegue del Ejército de Tierra, en marzo de 1999.

España sufrió durante su despliegue militar en Irak once bajas. Además de los siete agentes del CNI que murieron tiroteados en una emboscada al sur de Bagdad el 29 de noviembre de 2003, perdieron la vida el capitán de Navío Manuel Martín Oar, en un atentado contra la sede de la ONU, el sargento primero José Antonio Bernal, víctima de un atentado en su propio domicilio y el sargento Luis Puga, que falleció por un disparo accidental.

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