Una familiar y su novio, culpables del asesinato de seis personas en Seattle

La pareja que fue detenida por el asesinato de seis personas en una propiedad rural de Seattle en Nochebuena admitió haber disparado a los padre de ella y a otros cuatro miembros de la familia causándoles la muerte, según las declaraciones juradas presentadas por la Policía que fueron archivadas ayer por un tribunal.

Michelle Anderson, de 29 años, y Joe McEnroe, de 29, fueron puestos bajo detención sin fianza después de comparecer ante un tribunal ayer. La Fiscalía del condado espera tomar una decisión sobre los cargos el viernes. McEnroe y Anderson dispararon a los padres de ella, Wayne y Judy Anderson, con pistolas de gran calibre y arrastraron los cuerpos a un cobertizo, según escribió la Policía en sus declaraciones, basadas en el relato que hizo la pareja a la Policía.

Poco después, el hijo de los Anderson, Scott; su mujer, Erica, y sus dos hijos, Olivia, de seis años, y Nathan, de tres, llegaron a la casa para visitar al matrimonio por Navidad. “Sabiendo que Scott y su familia eran testigos potenciales, Joe y Michele les dispararon”, escribió el detective John Pavlovich.

Anderson dijo a las autoridades que los dos detenidos cometieron los disparos contra los padres de ella, su hermano y su cuñada, pero fue McEnroe quien mató a los niños, según la declaración.

La pareja, que llevaban seis años juntos, vivía en una caravana a unos 200 metros de la casa de los Anderson. Después de cometer el múltiple asesinato, intentaron huir a Canadá, según un documento del tribunal, pero volvieron a la propiedad al día siguiente, cuando fueron detenidos.

McEnroe apareció brevemente ante el tribunal, pero se marchó con su abogado, quien después regresó para decir que su cliente renunciaba a su derecho de comparecer.

El abogado de Michele Anderson, el defensor público Jorge Eppler, dijo que había hablado brevemente con ella, pero cuando le preguntaron si la mujer reconocía su culpabilidad, Eppler dijo, “limitemos nuestra conversación únicamente a la cuestión de la comparecencia de hoy”.

Los cuerpos fueron encontrados en una propiedad rural que incluye una casa y una casa móvil al final de un camino de tierra, cerca de la ciudad rural de Clavel, aproximadamente a 40 kilómetros al este de Seattle.

Las autoridades dijeron que los cuerpos fueron encontrados por un compañero de trabajo de una de las víctimas que habían venido a la casa porque Judy Anderson, que trabajaba para el Servicio Postal estadounidense, no había ido trabajar.

Ben Anderson, quien se identificó como nieto de los Anderson, dijo a los periodistas cuando se encontraron los cuerpos que el motivo del crimen podría estar relacionado con dinero. “Ella sentía que no era lo suficientemente querida y que nadie la apreciaba y que fue expulsada de la vida de todos”, dijo éste refiriéndose a Michele Anderson.