Testosterona, según para qué

La revista oficial de la Asociación Médica Americana (JAMA) acaba de echar un buen chorro de agua fría a quienes depositaban en los suplementos alimenticios con testosterona sus esperanzas de rejuvenecer. Aunque se observa un cierto beneficio en la forma física, entendida únicamente como peso corporal y grasa en el organismo, los consumidores de estos principios no están mejor que el resto de los mortales en otros apartados, como la fuerza física y la claridad mental.

“El envejecimiento en los varones se asocia con un declive gradual de los niveles de testosterona en sangre, que se producen en mayor medida en unos pacientes que en otros, y esto a su vez tiene que ver con muchos síntomas del envejecimiento, como la pérdida de masa muscular y (con ella) la fuerza, el declive cognitivo y la disminución de la masa ósea, así como un aumento de la grasa abdominal”, explican los autores del estudio.

Los intentos de probar clínicamente los efectos de la testosterona han dado resultados desiguales hasta el momento.

Por ese motivo, un equipo de la Universidad de Utrecht (Holanda) se propuso analizar los efectos de la testosterona en la salud general de un grupo de 207 hombres de edades comprendidas entre los 60 y los 80 años.

De acuerdo con sus resultados, aparte de las variaciones en la presencia de grasa en el cuerpo, poco más ganan los consumidores de suplementos con testosterona en el resto de factores que tienen que ver con la salud y la calidad de vida. El periodo de observación de este estudio fue de seis meses, durante los cuales administraron testosterona a la mitad de los pacientes y una sustancia inactiva (placebo) al resto del grupo.