Vino a precio de petróleo

Según los diarios económicos británicos, el índice ‘Liv-ex 100’ (London International Vintage Exchange) ha crecido un 39% entre enero y diciembre, superando a índices como ‘FTSE 100’ (+3,4%), el ‘S&P 500’ (+4,4%) o el Nikkei (-9%).

El precio del oro ha aumentado 23% este año, mientras que el único producto que supera al vino es el petróleo, cuyo valor ha crecido un 47% este año.

El índice ‘Liv-ex 100’ registra los precios de los 100 vinos ‘Top’ que se negocian con mayor regularidad en todo el mundo, en los que este año han reinado indiscutiblemente los Burdeos.

Algunos casi duplicaron su valor, como ‘Château Lafite Rothschild’ 2000 –añada histórica- que ha pasado de una media de 4.775 libras/caja el año pasado a 9.100 libras/caja el mes pasado, lo que supone un aumento del 91%.

Las añadas de 1982 y 2003 vieron crecer su valor en más de un 76%. Lafite 1986, 1996 y 1998 se colocaron entre los mejores 10 vinos del mundo en rentabilidad.

Otros “valores” seguros fueron ‘Château Montrose’ 2003, que ha aumentado a un 64%, llegando a 1.540£/caja este mes, y ‘Château Margaux’ 2003, que cotizaba a 3.325 en diciembre del año pasado y ha pasado a 5.225 £/caja este mes.

El director de ‘Liv-ex 100’, James Miles, achaca las subidas al aumento de la demanda registrado en Rusia y China. “Un hombre rico debe poseer vinos de grandes añadas y el número de ricos aumenta al mismo ritmo que decrece la producción en los grandes viñedos, lo cual dispara los precios”, señala Miles, quien prevé que la añada 2005, que bate records de ventas, marcará un nuevo hito en 2008.

Stephen Mould, especialista de Sotheby's, la casa de subastas más importante del mundo vinícola, confirma que los vinos de Burdeos son los más interesantes este año. “Hay algunos vinos de California atractivos, pero los más vendidos son los de Burdeos”.

Por su parte, Tom Stevenson, analista del Daily Telegraph, recuerda a Miles que “el aumento de la demanda con una oferta estable sujetaría los precios de los vinos”. No obstante, reconoce que “es exactamente lo que se dijo hace 20 años sobre los vehículos clásicos y la pintura de los impresionistas, justo antes de que los precios se desplomaran”.