Castellucci es contrario a las plantaciones descontroladas

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Los excedentes de producción y el desequilibrio que genera en los mercados es la principal preocupación expresada por el director general de la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV), Federico Castellucci, en el XI Congreso Latinoamericano de Enología y Viticultura, celebrado en la ciudad argentina de Mendoza.

Sus mensajes han sido recogidos por la Fundación para la Cultura del Vino, entre los que Castellucci recomendó pensar muy bien lo que están haciendo con los cultivos. “Todos, incluso Italia. No se puede seguir implantando viña como cada uno quiera, porque el mercado no lo resiste”, afirmó.

El director de la OIV señaló que, si bien a nivel global la producción de vino registró una disminución del 21% en la última década, en el 2004 la tendencia fue llegar a los mismos niveles de fines de los ’70 (casi 300 millones de Hl). En los últimos tres años, en cambio, la producción mundial se ha mantenido en torno a los 270-280 millones de hectolitros, mostrando una tendencia distinta en algunos países.

Mientras los principales productores de la Comunidad Europea (Italia y Francia) continúan disminuyendo su producción de vino en los últimos cinco años –con excepción de España que crece por la tecnificación de los viñedos que los han hecho más eficaces–, Australia registra volúmenes de producción del orden de los 20 millones de Hl.

China también mostró un crecimiento importante: si bien el 80% de la superficie de vides en China está destinada a uva de mesa (la superficie total triplica la de Estados Unidos), la elaboración de vino alcanzó los 11 millones el año pasado, y sigue creciendo.

Otro tanto han hecho Sudáfrica (9 millones de Hl) y Chile, cerca de 8 millones, aún bastante por detrás de Argentina, que ocupa el quinto lugar con 15 millones de Hl en una curva que se muestra creciente en los años futuros.

CONSUMO EN EL MUNDO

El cierre de los últimos ejercicios en cuanto a consumo terminó con buenas noticias para el sector: el año pasado el consumo mundial de vino superó los 240 millones de Hl, alcanzando la misma curva registrada a mediados de los años ’80.

Europa se mantiene al mismo nivel que años anteriores, con un 67,4% del consumo mundial de vino. América ocupa el segundo puesto con un 20,6%, Asia el tercero con un 7,2%, y le siguen África y Oceanía con un 2,6 y 2,3% respectivamente.

Castellucci afirmó que sólo ocho países (Francia, Italia, Estados Unidos, Alemania, España, China y el Reino Unido) consumen 154 millones de Hl al año, es decir, dos tercios de la demanda mundial de este producto, sin contar con Argentina, la Federación Rusa, Rumania, Portugal y Australia.

Un país poco conocido para muchos exportadores, pero que ocupa el cuarto lugar en la evaluación de consumo per capita, es Eslovenia, con un promedio anual en torno a los 45 litros anuales. Muy de cerca le siguen Croacia, Suiza y Hungría. El consumo de más de 30 litros per capita (mayor que el promedio mundial, de 30 litros) se registra también en Dinamarca, España y Grecia. Austria se posiciona muy cerca con un consumo cercano a los 29 litros anuales por cabeza.

En esa radiografía, Castellucci destacó que para el 2008 el consumo mundial de vino se podrá ubicar entre los 235 y 245 millones de Hl, lo que representará un salto interesante, pero que no alcanzará a las cifras de los años setenta. Por entonces, se consumían en el mundo 286 millones de Hl.

DESEQUILIBRIO CONSUMO-PRODUCCION

“Existe un excedente de producción que es estructural. Aunque no podemos hacer un análisis exacto, sí podemos decir que es necesario generar nuevas estrategias para la producción. Una de ellas podría ser el intercambio entre países para el comercio del vino”, indicó el director general de la OIV.

El excedente de los últimos años se mantiene en el orden del 5% del total de producción. Este vino sobrante se utiliza en productos como brandy, carburantes, vinagres o vermouth; unos 35 millones de Hl son utilizados cada año para proveer de materia prima a estas industrias.

Al hablar de importaciones y de exportaciones, Castellucci señaló que al menos una de cada tres bodegas vende sus vinos en países diferentes a los de origen. Australia se posiciona entre las cuatro potencias exportadoras, con 8 millones de Hl vendidos al exterior el año pasado, justo la mitad de lo exportado por Francia, que es el segundo país.

Castellucci destacó que entre los países del Hemisferio Sur y Estados Unidos se acumula el 26% de las exportaciones mundiales en el período observado. Mientras que los cinco principales exportadores de la Unión Europea (Francia, Italia, España, Portugal y Alemania) registraron una caída del 75% de las exportaciones mundiales de vino en 2000, al 62% en el 2006.

También resaltó que tanto los países del Nuevo Mundo, como Europa, deben orientar su búsqueda hacia nuevos mercados. Apuntó a la creación de una cultura del vino en países con potencial como la India, que presentan menores barreras idiomáticas y de idiosincrasia. Dijo que en ese país de 330 millones de habitantes el 30% consume vino. “Un porcentaje más alto que China y con mucho potencial. El único problema que presenta, hasta ahora, son las trabas aduaneras, pero en esto se deberá trabajar”.

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