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Llegan los desfibriladores

Rioja2

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Se va a constituir un grupo de trabajo que integre a expertos de las principales sociedades científicas y representantes de las CCAA para elaborar una norma estatal que armonice el ámbito, alcance, requisitos y elementos comunes de los programas o actuaciones relacionadas con la desfibrilación semiautomática en lugares públicos.

El ministro ha especificado que, para elaborar esta normativa, “se tendrán en cuenta las recomendaciones internacionales y nacionales de las instituciones o sociedades científicas relacionadas; las experiencias en programas o normativas en países de la Unión Europea y otros; las normas elaboradas y la experiencia desarrollada en este tema por las propias Comunidades Autónomas; y los marcos competenciales respectivos”.

NECESIDAD

Las paradas cardíacas extrahospitalarias son un problema de primera magnitud para la salud pública. Así, se estima que cada año se producen en España más de 24.500, lo que equivale a una media de una parada cardiaca cada 20 minutos, ocasionando cuatro veces más muertes que los accidentes de tráfico. Además, en España, cada año, 68.500 pacientes sufren un infarto agudo de miocardio, de los que aproximadamente un 30% fallecen antes de poder ser atendidos en un hospital.

La fibrilación ventricular es la responsable inicial de hasta un 85% de las paradas cardíacas extrahospitalarias. La experiencia acumulada en estas décadas en las unidades de cuidados intensivos demuestra que la efectividad de la desfibrilación temprana en la recuperación de un ritmo cardíaco eficaz es del 90% cuando es posible efectuar la desfibrilación en el primer minuto de evolución de la fibrilación ventricular.

Esta efectividad disminuye muy rápidamente, concretamente por cada minuto de retraso en desfibrilar se reduce la supervivencia entre un 7% y un 10%, de forma que después de diez minutos las posibilidades de sobrevivir son mínimas.

Existe unanimidad en la literatura y en las sociedades científicas sobre la estrategia para responder a la parada cardiaca. Esta estrategia descansa en los cuatro eslabones, interrelacionados entre sí, de la cadena de supervivencia: la alerta inmediata ante una posible parada, el inicio precoz de la resucitación cardiopulmonar básica por testigos, la desfibrilación temprana y por último el soporte vital avanzado en escasos minutos. En esta secuencia la desfibrilación precoz es la llave para la supervivencia.

Así, los programas de acceso público a la desfibrilación tienen como objetivo acortar los tiempos de respuesta y lograr la desfibrilación antes de que hayan transcurrido 5 minutos desde el colapso. Su estrategia descansa en integrar en la cadena de supervivencia a otros servicios de emergencias, aunque no sean sanitarios, y en movilizar a la comunidad en la protección de su propia salud.

De hecho, el Parlamento Europeo propuso recientemente a la Unión Europea que inicie un estudio para valorar la viabilidad de dotar a los grandes espacios públicos, como aeropuertos, estaciones de ferrocarril y de metro y estadios deportivos, “con equipos de atención prehospitalaria, como la desfibrilación precoz de víctimas de parada cardiaca”. De este modo, el Ministerio de Sanidad y Consumo quiere empezar a dar los pasos que respondan a esta necesidad.

En nuestro país no existe ninguna limitación legal de ámbito estatal a la práctica de la desfibrilación con un desfibrilador semiautomático por personal no facultativo, pero tampoco existe una legislación positiva que lo autorice. Sí existe normativa autonómica al respecto, ya que hay 13 CCAA que han elaborado una regulación sobre esta materia.

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