España recibirá más de 400 millones de euros

Almudena Rodríguez ha informado en Valladolid, a representantes de organizaciones agrarias, consejos reguladores y bodegas, sobre la reforma de este sector acordada por la UE. La valoración del Ministerio de este acuerdo “político”, que a partir de ahora se deberá concretar en una normativa europea, es que “se han cumplido los objetivos” del Gobierno español, declaró en rueda de prensa la directora general.

España es el primer país europeo en superficie de viñedo, aunque en producción de vino ocupa el tercer puesto pero, pese a la reforma se mantiene como “primer receptor de fondos”, ha subrayado.

El sector español del vino recibirá cerca de 400 millones de euros dentro de la nueva Organización Común de Mercado (OCM) del vino en la UE, más otros 20 millones a través del Pago Único, es decir, las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) europea.

La reforma incluye como “novedad” medidas de promoción del vino español en el exterior y el Gobierno está dispuesto “a gastarse lo que sea necesario” para ganar mercados, ha anunciado Rodríguez.

Además, de las 400.000 hectáreas de viñedo que inicialmente estaba previsto arrancar, solo se arrancarán 175.000, lo que “favorece” a España, ya que solo afectará a zonas “no productivas”, no a las de vinos de calidad, y con ayudas de entre 4.800 y 5.500 euros por hectárea arrancada, según la responsable del Ministerio.

Al respecto, ha añadido que el recorte será menor en zonas con valor paisajístico y tendrá topes del 10 por ciento de la superficie de viñedo en cada comunidad autónoma y del 8 en el conjunto del país.

“Las medidas son suficientes para controlar el arranque y para que los que arranquen” viñedo “sean los que no tienen las condiciones adecuadas” para competir en el mercado, ha argumentado.

Respecto a la liberalización de las plantaciones de viñedos, ha señalado que se pospone de 2010 a 2015 y luego será cada Estado el que decida si la aplica, por lo que “de momento, no nos debemos preocupar”.

El Ministerio considera que las denominaciones de origen y las indicaciones geográficas “han salido reforzadas” para competir fuera de España.

La reforma adapta el etiquetado a las normas internacionales, con una imagen única en toda la UE, aunque permite excepciones para España como la diferenciación entre crianzas y reservas o la mención de vinos generosos para Xerez y Málaga. “No debe estar preocupado” el productor de vino y “el que no quiera seguir, va a tener una buena indemnización”, ha destacado. Además, “ninguna comunidad va a perder su estatus respecto a lo que tiene ahora”.