Arbacares pide suspender cautelarmente la concesión de licencias de bares

La Asociación Riojana de Bares, Cafeterías y Restaurantes (Arbacares), con el apoyo de varios colectivos, ha exigido al Ayuntamiento de Logroño que suspenda, “de inmediato”, la concesión de licencias de apertura de establecimientos hosteleros en la ciudad. En este sentido se han pronunciado el letrado de Arbacares, Enrique Arévalo y los representantes de las asociaciones “Logroño sin Ruido”, “Queremos dormir”; “Asociación de Bares del Casco Antiguo”; “Federación de Asociaciones de Vecinos de Logroño” y “Comercio Unido”.

El malestar de estos colectivos se basa en una modificación, “por error”, de la distancia de los bares establecida hasta el pasado 24 de noviembre en el Boletín Oficial de La Rioja (BOR) al modificarse el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Logroño. El texto original de la modificación de la distancia de bares, que, según ha subrayado Arévalo, no se ha tenido en cuenta, establece el límite 75 metros para toda la ciudad, excepto para el Casco Antiguo, que lo fija en 25.

La entrada en vigor del nuevo PGOU, que hace referencia a la distancia de bares, permite establecer cualquier establecimiento hostelero en toda la ciudad sin límite de distancia, lo que, según estas asociaciones, supone “la ruina para el sector” en una ciudad en la que el índice de bares supera el millar.

El letrado de Arbacares ha anunciado la impugnación de la modificación y de las licencias que puedan solicitarse si el Ayuntamiento no atiende esta solicitud. Otras medidas acordadas será el abandono de la mesa del ruido convocada por el Ayuntamiento de Logroño y en la que están presentes algunas de estas asociaciones.

Los citados colectivos han recordado que el equipo de Gobierno Municipal, en el Pleno del pasado día 5, trató de reparar “este error” y aprobó una nueva modificación provisional. El letrado de Arbacares ha detallado que “el error” viene dado porque, como consecuencia de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, que alude a la distancia entre bares, no se tuvieron en cuenta las modificaciones incorporadas a esta limitación y se extiende la posibilidad de apertura de bares a toda la ciudad.

Los colectivos presentes exigen al Ayuntamiento de Logroño la suspensión cautelar de licencias que puedan solicitarse, ya que el Consistorio no lo hizo en el último Pleno, y se retome el documento inicial. La misma situación, ha recalcado Arévalo, se produjo en el año 2005, cuando el Ayuntamiento de Logroño amplió las distancias de 40 a 100 metros y, a instancias de Abacares, se suspendió cautelarmente la concesión de licencias.

Los citados colectivos también sostienen que la no limitación de distancias puede suponer “un importante encarecimiento” de los traspasos de los locales, según Arévalo, quien ha cifrado en unos 105 millones de euros el impacto de estos traspasos.