Primera experiencia enológica

En la bodega experimental de la Universidad han entrado uvas de Tempranillo, Garnacha, Malvasía, Viura y Cabernet Sauvignon, esta última donada desde Navarra y con la que han ampliado conocimientos más allá de las variedades permitidas en la DOC Rioja.

Para elaborar los vinos han utilizado técnicas tradicionales, como en el tinto ‘Vindenus Maceración Carbónica’, y tan nuevas como la utilización de virutas para el ‘Vindenus Joven Roble’. Esta polémica y prohibida práctica les ha servido, por una parte, para dotar de madera a un vino recién nacido y, por otra, para cumplir el objetivo experimental de la asignatura. “Nos ha quedado bastante bien”, ha explicado Vesna Terreros, portavoz de los alumnos.

La gama de tintos se completa con el monovarietal de Cabernet Sauvignon y con ‘Vindenus Joven’, elaborado con Tempranillo y Garnacha. También han utilizado esta última variedad para ‘Vindenus Rosado’, en el que realizaron una maceración prefermentativa en frío e interrumpieron la fermentación para convertirlo en vino de aguja. “Estamos muy orgullosos de cómo nos ha salido el rosado”, ha señalado la portavoz de los estudiantes.

El sexto vino que han elaborado para completar la gama es ‘Vindenus Blanco’, con Malvasía y Viura, en el que también han realizado una maceración prefermentativa en frío para extraer el máximo de polifenoles.

En total han elaborado 1.850 litros de vino, de los que 500 permanecerán en la bodega experimental de la Universidad. Han embotellado 300 litros de rosado y del Cabernet Sauvignon; 250 de blanco; 200 del joven roble y del joven tinto, y 100 del tinto de maceración carbónica.

Con la ayuda de la bodega institucional de La Grajera, los alumnos del último curso de Enología deben dirigir todo el proceso de producción desde la cepa: el control de calidad de la uva, el muestreo y el punto de maduración fenólica, para decidir ellos mismos en qué momento se inicia la vendimia. Se convierten en un equipo técnico cuyo trabajo finaliza con la colocación de la etiqueta.

FORMACION COMPLETA

Como ha explicado Charo García, decana de la Facultad de Ciencias, que les ha acompañado en la presentación, la formación de esta parte del curso significa más que la propia elaboración del vino. “Tienen que mantener reuniones, tomar decisiones en grupo, buscar apoyos económicos. Es decir, viven situaciones que se van a encontrar en el mundo laboral”.

Uno de los apoyos más importantes que deben buscar es el de conseguir la uva, que tienen asegurada desde el CIDA y La Grajera pero deben completar con donaciones de bodegas. “Este año ha sido difícil porque había poca uva –ha señalado Vesna Terreros-, debido a que la producción estaba muy ajustada a las cartillas”. Por ese motivo recibieron con entusiasmo la oferta de Cabernet Sauvignon que les hizo un compañero navarro, que además les permitía experimentar con una variedad foránea.

También reciben la ayuda de diferentes empresas en todos los elementos que intervienen en la producción, desde las levaduras hasta las botellas y los corchos.

Entre las decisiones a tomar está el diseño de la etiqueta. La que identifica los ‘Vindenus’ fue propuesta por uno de los alumnos. Entre todos aportaron ideas para conseguir varios bocetos y eligieron el ganador por votación. “Una agencia con la que tenemos amistad ha corregido y perfeccionado el boceto para imprimirlas –explica la portavoz- pero incluso las hemos pegado a mano”.

El día 19, los alumnos presentaron sus vinos en el Aula Magna del Complejo Científico Tecnológico, en un acto abierto al público. Los estudiantes expusieron el trabajo realizado y, a continuación, explicaron las características y dieron a catar sus vinos.