Sexo y evolución vistos por la ciencia

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“Reproducción, sexo y evolución”fue el eje de la novena y última conferencia del ciclo “Visiones de la Ciencia”, organizado por la Dirección de Cultura Científica del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) con la colaboración del Instituto Novartis de Comunicación en Biomedicina (INCB). El Dr. Arcadi Navarro, miembro de la unidad evolutiva de la Universitad Pompeu Fabra de Barcelona, fue el encargado de mostrar a los asistentes la incidencia de la reproducción sexual en la evolución humana Desde un punto de vista biológico, el sexo es la mezcla de distinto material genético, lo que equivale a una identificación entre la reproducción sexual y la recombinación genética. Es por tanto, el proceso mediante el cual se distribuye la información que portamos en

nuestros genes. En términos evolutivos, el sexo facilita la consolidación de mutaciones favorables y evita la decadencia de la especie, a pesar de que es “genéticamente arriesgado y energéticamente costoso en comparación con formas de reproducción asexual propias de

organismos unicelulares“, señaló Navarro.

Respecto al origen del sexo, es importante comprender que en el proceso de la reproducción, el óvulo es el que aporta todo el material celular mientras que los espermatozoides proporcionan únicamente material genético. Navarro aseguró que esa circunstancia determina el comportamiento reproductivo de las especies y, en consecuencia, “la aparición de lo que conocemos como géneros sexuales”.

La reproducción sexual aporta un componente fundamental a la teoría de la selección natural, algo que el propio Darwin calificó como “selección sexual”. Según el investigador “la facilidad para encontrar pareja es tanto o más importante que la adaptación al medio para reproducirse y lograr, por tanto, el éxito evolutivo”. Por regla general, esto está condicionado por una competición entre machos, como en el caso de los ciervos, o por la elección de la hembra, que busca una pareja atractiva para perpetuar sus genes. “Esto explica que especies con ornamentación elaborada como el pavo real, en principio poco aptas para la supervivencia en un entorno hostil, hayan logrado sobrevivir”, indicó Navarro.

En el caso de los humanos y los primates, son los machos los que sufren la selección sexual. El motivo por el cual la hembra elige es la escasez de óvulos respecto al gran número de espermatozoides, lo que tiene consecuencias directas en las estrategias reproductivas de unos y otros. “Mientras para las hembras los recursos son limitados por el importante

gasto energético que supone el embarazo y la lactancia, para los machos el único límite es la cantidad de hembras que puedan conseguir“, afirmó el autor de Contra Natura (Bromera, UPV).

Arcadi Navarro analizó situaciones reales que responden a una lógica genética, como el hecho de que las mujeres vivan más años que los hombres, lo que les permite cuidar de los nietos. “Una abuela es más proclive a cuidar a los hijos de sus hijos porque está segura de que son

sus nietos, mientras que el abuelo no tiene la misma certeza biológica“, afirmó. Por otra parte, un estudio realizado ”en una universidad norteamericana en los años 80 demostró que en ese país era mayor el número de niños que morían asesinados a manos de padres adoptivos que a manos de padres biológicos“, apuntó Navarro.

Para finalizar, el miembro de la unidad evolutiva de la Pompeu Fabra mencionó un estudio publicado por un grupo de investigación de la Universidad de Nuevo México que aporta pruebas que desmienten la desaparición del celo en los seres humanos. Este grupo estudió el

comportamiento de los clientes habituales de un club de striptease y concluyó que las propinas aumentaban considerablemente durante la fase fértil de las bailarinas, “lo que significa que hay unas señales que emiten las mujeres que los hombres reconocen”, señaló.

“El sexo es mucho más complicado, antiguo y relevante de lo que sospechamos y configura nuestra sociedad”, concluyó Navarro.

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