Australia vota

Europa Press

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Las elecciones legislativas de hoy en Australia serán las últimas del líder del Partido Liberal de Australia (LPA) y primer ministro, John Howard, sea cual sea su resultado, ya que el veterano político ha anunciado que se retirará dentro de 18 meses aunque logre renovar su mandato. La alternativa es el joven líder del Partido Laborista, Kevin Rudd, quien ha hecho del cambio climático y de Irak su bandera de campaña y promete reducir drásticamente las emisiones de CO2, firmar el Protocolo de Kioto, así como retirar a los 550 militares destinados en Irak en misión de combate.

Las encuestas dan a la Coalición liderada por el LPA un 46 por ciento de los votos, aún muy por detrás del 54 por ciento de respaldo que auguran al partido de Rudd. Sin embargo, la formación de Howard, que enarbola los 17 años de crecimiento económico ininterrumpido, podría estar logrando recortar la gran ventaja con la que partían los laboristas al comienzo de la campaña y todos los analistas e incluso los propios Rudd y Howard admitieron ayer que los resultados podrían ser mucho más ajustados de lo previsto.

Rudd, quien se perfila como el nuevo primer ministro, ha forjado una oposición basada en la firma del Protocolo de Kioto y la lucha contra el cambio climático. Ha prometido que cuando acceda al Gobierno elaborará un plan para que el 20 por ciento de la energía del país sea de fuentes renovables para 2020. La cuestión del cambio climático es especialmente delicada en un país que vive su peor sequía en décadas y se ha situado en el primer plano del debate político por primera vez. De hecho Rudd ha llegado a prometer rebajas fiscales para los proyectos de suministro de agua.

También los conservadores se han visto obligados a abordar la cuestión del cambio climático, pero Howard se niega a suscribir Kioto y cualquier pacto contra el calentamiento global en el que no estén China e India. Sin embargo sí se ha comprometido a aplicar un plan para que el 15 por ciento de la energía sea de fuentes renovables para 2020.

RETIRADA DE IRAK

Irak también ha sido una cuestión central del debate de campaña, ya que Howard es uno de los más estrechos aliados del presidente estadounidense, George W. Bush, y de su política militar en Irak y Afganistán. Rudd ha prometido que, si gana los comicios, comenzará a negociar con Washington la retirada de los 550 militares australianos desplegados en Irak en misión de combate y su traslado a países vecinos donde proporcionarían entrenamiento a los reclutas del nuevo ejército iraquí.

Sin embargo, si obviamos las cuestiones del cambio climático y la guerra de Irak, las propuestas en política exterior de laboristas y conservadores son muy similares.

Una derrota de Howard supondría un oscuro final para una carrera política con más de once años al frente del Gobierno australiano. Además, Howard incluso podría perder su escaño en el Parlamento, ya que en la circunscripción de Sídney por la que concurre podría caer en manos de los laboristas. Sólo un primer ministro australiano ha perdido su escaño en unas elecciones en más de cien años de Gobierno federal.

También la economía ha sido uno de los ámbitos de más debate electoral. Las reformas de Howard en el ámbito laboral, sanitario y educativo, mayoritariamente rechazadas por la población, han sido el principal lastre de los conservadores y sus impecables resultados macroeconómicos.

El reto será gestionar el importante crecimiento económico logrado hasta ahora gracias en parte a la demanda de carbón y otras materias primas australianas que se exportan a China e India.

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