“Cada persona que se suicida deja una media de seis supervivientes que no reciben la terapia que necesitan”

La Rioja registró 24 muertes por suicidio el último año del que se tienen datos (2021). Se trata de la primera causa de muerte externa con 2.015 fallecimientos, un 5,1% más que en el mismo periodo del año anterior. El tema es de máxima preocupación y, como apuntan los expertos y expertas, se ha agravado a raíz de la pandemia.

Color a la vida, asociación que agrupa y acompaña a personas afectadas por el suicidio de un ser querido en La Rioja, apunta además de a la falta de recursos para abordar la prevención, a la atención terapeútica necesaria para el superviviente: “Cada persona que se suicida deja una media de 6 supervivientes directos, muchos de ellos y ellas necesitan atención y terapia que no reciben, y un simple proceso de duelo puede acabar desembocando en patología ”, afirma Romina Pérez San Pedro, una de las fundadoras de Color a la Vida.

“Las supervivientes necesitamos hablar de los que se fueron, necesitamos nombrar la palabra suicidio, necesitamos aceptar lo que pasó y encajarlo en nuestra cabeza, necesitamos sentirnos entendidas y atendidas por profesionales expertos en este tipo de duelo”.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es un problema de salud pública grave a nivel mundial. Cada año se suicidan 800.000 personas en el mundo (unas 4.000 en España), se estima que ocurre un suicidio cada 20 segundos y un intento cada 1-2 segundos. Pero si las cifras son impactantes, también lo es saber que el suicidio es un “problema 100% prevenible”, según la OMS, si se realizan intervenciones oportunas.

Por ello y entre otras razones, en 2018 se creó la Asociación COLOR A LA VIDA, para dar respuesta al desamparo que se encuentra el/la superviviente de esta vivencia. La atención al superviviente se hace a través de encuentros personales e individuales, también de grupo abiertos de apoyo y de grupos cerrados de terapia. En estos últimos, se trata en profundidad el duelo por suicidio dirigido por una profesional experta en duelo traumático. Otros objetivos de la asociación son colaborar con los sistemas de prevención y contribuir a la transformación social para acabar con el tabú que todavía envuelve al suicidio.

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Homenaje en Logroño

El tercer sábado de noviembre se conmemora mundialmente cada año el Día Internacional del Superviviente, pero por motivos organizativos este año el homenaje que realiza cada año la asociación Color a la Vida se realizará en Logroño el próximo viernes 17 de febrero. El acto tendrá lugar a las 19.30 horas en el centro de Ibercaja (C/Portales, 48). Se trata de un acto de acogida a todas esas personas, no sólo afectadas sino también interesadas, que han perdido a un ser querido por esta causa y de darles su merecida visibilidad.

El evento tendrá diferentes matices, desde el mero objetivo de informar a la sociedad de la envergadura del problema del suicidio, qué pasa con los supervivientes después de esta pérdida, hasta envolvernos con emotivas intervenciones e interpretaciones de carácter artístico. De forma simultánea y para facilitar la conciliación y asistencia al evento, en una sala del mismo centro de Ibercaja, se ofrecerá servicio de cuidado de niños y niñas durante la duración del acto.

Color a la Vida anima a esas personas que están sufriendo en soledad por este tipo de pérdida que se pongan en contacto con la asociación mediante el email de contacto asociacioncoloralavida@gmail.com, o a través del teléfono 605173430. Podrán contar con la comprensión de otras personas que han pasado por una situación similar y poder terminar poniendo color a sus vidas después de tanta oscuridad.

ASOCIACIÓN COLOR A LA VIDA

La asociación riojana “Color a la vida” se creó en 2018 por la iniciativa de cuatro supervivientes de Logroño. Nació impulsada por la incomprensión social y la soledad, unida al vacío de los recursos socio-sanitarios de la administración para poder atender al superviviente de forma adecuada. Ellos y ellas sufrieron en primera persona la dolorosa experiencia de perder a un ser querido por suicido y no encontrar en ese momento la ayuda terapéutica necesaria. La asociación tiene el objetivo de brindar apoyo y acompañamiento, desde la comprensión y el respeto, para poco a poco poder “dar color” a esas vidas que quedan teñidas de negro tras el impacto del suicidio de un ser querido. En estos cinco años de vida la asociación ha ido creciendo formando una comunidad de apoyo integrada actualmente por alrededor de 40 socios/as.