Natalia Monje: “Es evidente que a lo largo de la historia la experiencia de borrado de las mujeres ha sido compartida”

“El poder de la literatura es transformar narrativamente la sociedad y, por tanto, generar nuevas ideas en los públicos”, defiende Natalia Monje. Para celebrar el Día de las Escritoras la periodista y autora coruñesa impartirá en la biblioteca Rafael Azcona de Logroño el taller 'Transformando las narrativas sobre las mujeres', de 16:30 a 20:30.

El objetivo de la jornada consiste, como explica Monje en “trabajar las narrativas para cambiar las realidades”. En el caso de este día, en materia de igualdad de género y activismo por los derechos de las mujeres.

Si es la narrativa la que refleja la realidad o si, por el contrario, la crea, es una reflexión que traerá Monje. Para la escritora y trabajadora en la ONG Ecos do Sur, se trata de un camino de ida y vuelta. “El poder narrativo a veces apoya el sistema que ya existe, autoritario, excluyente u opresivo, pero tenemos que ser conscientes de que, en lo que nos centraremos en el taller, es de que tenemos el poder de cambiar las ideas de las personas a través de las narrativas y de la comunicación”, reivindica.

“Si vivimos en un país en los que la mayor parte de las personas han adoptado como suya la narrativa de que la pobreza es fruto de malas decisiones personales, un imaginario bastante habitual en España, a la hora de proponer soluciones a la pobreza o a las desigualdades apoyará soluciones individuales y que responsabilizan a personas en situación de vulnerabilidad”, ejemplifica la comunicadora. “Cuando las organizaciones pretenden un cambio y que la sociedad apoye soluciones colectivas, es necesario que antes se produzca un cambio de narrativa en la sociedad y que expliquemos la pobreza no desde un punto de vista de malas decisiones personales, sino en un origen más sistémico de las desigualdades”.

En el caso de la transformación narrativa en la lucha por la igualdad de género “lo primero que tenemos que hacer es analizar cuál es la narrativa dominante”. Así Monje pone sobre la mesa cómo cuentos populares como La Bella Durmiente “nos transmiten una narrativa de pasividad en cuanto al papel de la mujer y una interpretación del orden social, también sobre el papel de la familia y el papel de las jerarquías sociales”. “Analizar esto siempre es el punto de partida para cualquier transformación, si negamos una narrativa discriminatoria dominante la estaremos reforzando, pero tenemos que conocer cuáles son los argumentos discriminatorios para poder poner una explicación alternativa”.

Cuentos clásicos, relatos de terror, textos periodísticos… serán el objeto de análisis en el taller. Además, las personas participantes tendrán la oportunidad de construir narrativas sobre mujeres que avancen hacia la igualdad. “Me gusta no usar etiquetas, pero es evidente que a lo largo de la historia la experiencia de borrado de las mujeres ha sido compartida: de anulación, de desigualdad… y eso se transmite consciente o inconscientemente a través de la voz narrativa”, reflexiona. “Hay escritoras que lo han hecho de manera muy evidente, queriendo denunciar o transformar ; otras que, sin intentar hacerlo, lo han expresado también y hay otras que se han sumado a la voz dominante, no podemos olvidar que parte de las narrativas discriminatorias que conforman el sentir común y son una guía para la acción muchas veces son adoptadas por los propios sujetos que son discriminados, es parte del sistema de dominación y lo que hace que, en parte, sean tan complicadas de deshacer”.

“No sé si pondría esa etiqueta de mirada femenina porque desde luego hay múltiples miradas”, cuenta en referencia a la importancia de la interseccionalidad en este análisis crítico de los textos: “No es la misma mirada la de una mujer que pertenece a una minoría racial que la de una mujer que está en situación de privilegio porque es blanca, con recursos y es cishetero, todo esto influye en la mirada con la que se escribe”.

“Los miedos explican mucho sobre cómo es una sociedad”

Además de su trabajo en Ecos do Sur, Monje es colaboradora en el programa la Nave del misterio y autora del libro ‘Mala cosecha’, en el que recoge una amplia investigación sobre la formación de los terrores colectivos, desde el siglo XVI al siglo XXI. “Me interesaba mucho hablar de los miedos, creo que los miedos explican mucho sobre cómo es una sociedad y, sobre todo, a quién se discrimina, a quién se margina, quería ver qué categoría de personajes a lo largo de la historia habían causado las grandes olas de terror popular, lo que se llama el pánico moral. En estas olas se habían generado mecanismos de manipulación, de castigo, de marginación, quería una historia de lo popular e hice el seguimiento de estos personajes a lo largo de los siglos”.

Un hueco especial tiene aquí la construcción del imaginario de la ‘mujer bruja’. “Me llevé una enorme sorpresa cuando me encontré que en el siglo XIX varios medios de comunicación hablaban de asesinatos a mujeres en toda España porque se les culpaba de males de la sociedad, de ser brujas, fue después de la Inquisición, ya no era la justicia ordinaria la que castigaba, sino el pueblo, si había una enfermedad o moría el ganado, culpaban a la mujer, que era temida por extravagante, y la llevaban a matar”, contextualiza. “Esto también llevaba a que mujeres que no tenían medio de vida y estaban solas, en una situación muy vulnerable , a veces el recurso que encontraban para sobrevivir era hacer creer a los demás que realmente tenían poderes y jugaban con esto, cuando las cosas iban bien los vecinos les llevaban quesos o chorizos, porque había que tener contenta a la bruja, y así iban tirando, pero, cuando se desataba una peste, ellas eran las señaladas”.

El taller va dirigido a personas mayores de 16 años, pudiéndose inscribir por internet en la dirección inscripcionesbibliorafaelazcona.es; en la recepción de la Biblioteca Rafael Azcona; o llamando al teléfono 941 24 58 11.

*Foto: Natalia Monje