Los últimos remolques de la vendimia: “antes era en familia y físico, ahora son días muy estresantes”

Los últimos remolques de la vendimia: "antes era en familia y físico, ahora son días muy estresantes"

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El sol del veranillo de San Miguel brilla sobre el término Entre San Juan de Manjarrés en una jornada más de vendimia. Las cuadrillas trabajan en varias viñas y los tractores esperan para descargar en la bodega.

La vendimia de este año 2022 alcanza sus últimos días de una campaña que comenzó con dos semanas de antelación y que, pese a la incertidumbre que dejó la sequía, está teniendo condiciones vegetativas y sanitarias “extraordinarias”, según el Consejo Regulador.

Rafa Fernández lo confirma, está satisfecho con la cosecha de este año en esta zona de La Rioja Alta. Y aunque las lluvias han retrasado su previsión de terminar el fin de semana, espera que sus últimas uvas lleguen a la bodega este lunes después de unos 20 días de trabajo.

Ya son muchas las vendimias que lleva a sus espaldas: “Llevo trabajando en el campo desde los 19 años, aunque viviéndolo de cerca toda la vida”. Y es que el trabajo agrario fue siempre el sustento de su familia y Rafa no puede evitar emocionarse al recordar: “La vendimia ha cambiado mucho, yo recuerdo las vendimias en familia, todos juntos en la viña, el almuerzo...”

“Antes era un trabajo duro físicamente, ahora es más estresante, son muchas complicaciones”, cuenta Rafa. Uno de los problemas a los que se enfrentan los agricultores en los últimos años es la escasa mano de obra para la vendimia. “Últimamente había contratado a personas que trabajan en las ferias y como este año se han retomado no querían venir. Hablé con Zidane porque lo vi sentado en el atrio de la iglesia de Cenicero y él se ha encargado de hacer la cuadrilla”, explica el agricultor.

El viaje en busca de las campañas agrícolas

Zidane es de Mali pero lleva desde 2009 en España y desde 2013 viviendo en Cenicero y, como buen cenicerense, se le conoce ya por su mote. Completan la cuadrilla siete personas más de Mali, Gambia y Senegal. Todos se dedican al campo: “después de la vendimia, vamos a Albacete y Valencia a la naranja, trabajamos también en la aceituna en Jaén, en todas las campañas”, cuenta Zidane, que acaba de volver de Mali de visitar a su mujer, a su hijo y al resto de la familia.

Han hecho un buen equipo con Rafa y cada día consiguen llevar dos remolques a la bodega. “Es el mejor hombre que he conocido aquí en La Rioja, se preocupa por nosotros y nos da todas las protecciones”, señala con una sonrisa. Y es que no siempre se cumplen unas condiciones dignas con estos trabajadores, aunque Zidane prefiere esquivar la pregunta: “cuando hay dos personas siempre una es mejor que otra y Rafa es uno de los buenos”.

Rafa se emociona con las palabras de agradecimiento que también le han transmitido a él estos días y no entiende que a veces no se cumplan las condiciones laborales con estos trabajadores que recogen el fruto de su trabajo todo el año. Por eso, lamenta las fuertes inspecciones de los últimos años: “a veces nos sentimos perseguidos, parecemos delincuentes”.

También los agradecimientos han sido esta mañana para Rosa, la mujer de Rafa, que se ha acercado a la viña traerles agua, por una cazuela de comida que les dió hace unos días. Y es que la vendimia, aunque desde casa, también se comparte con en familia: “¿qué cuesta cocinarles algo y traerles unas galletas? Estos días les he comprado refrescos, algunos dulces, caprichos que se que ellos prefieren no comprar”, dice Rosa.

Sin relevo generacional no hay futuro

Pero ella reconoce que no le gusta el campo: “es tanta la incertidumbre, tanto trabajo, tantas horas...”. Todo ello está dificultando el relevo generacional en la agricultura: “el futuro lo veo mal, veo que se acaba el campo y algo tendrá que cambiar porque el campo es necesario”, señala este agricultor de 49 años, joven para la media de edad de quienes se dedican exclusivamente al trabajo agrícola.

Mientras hablamos, descendemos el renque y los cestos se van llenando. Suena música africana y hacen bromas entre ellos. Un buen equipo com el que hacía Rafa con sus padres, hace treinta años, cuando muy joven decidió apostar por el trabajo del campo, conociendo bien sus dificultades pero sabiendo que recogía el legado de su familia, que es también el de toda una comunidad autónoma.

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