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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Al menos cinco mujeres cada año sufren una agresión sexual por sumisión química en La Rioja

Al menos cinco mujeres cada año sufren una agresión sexual por sumisión química en La Rioja

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Los casos de agresión sexual por sumisión química parecen haberse multiplicado en los últimos tiempos. Cada vez se habla más de esta forma de abuso sobre las mujeres, con nuevas metodologías incluso como los pinchazos que salieron a la luz durante las pasadas fiestas de San Fermín en Pamplona. Se habla de sumisión química cuando se utiliza la vulnerabilidad de la mujer, provocada por alcohol, drogas o cualquier otra sustancia, para cometer un delito contra su libertad sexual.

¿Cuál es la situación en La Rioja? ¿Se producen este tipo de agresiones? Desde la consejería de Servicios Sociales, la jefa de servicio de Interior, Carmen Gómez Collado, asegura que la situación no es alarmante ni es peor que en otras comunidades autónomas. Afirma que no se están dando casos graves pero que es importante prevenirlos en todas sus formas. Por eso se han comenzado a tomar medidas ante el miedo a que puedan aumentar.

La Oficina de Atención a la Víctima del Delito atiende cada año en La Rioja a unas 65 mujeres víctimas de agresiones sexuales. Un tercio de ellas han sufrido esas agresiones en una situación de sumisión química, es decir, bajo los efectos del alcohol, de la droga o de cualquier sustancia estupefaciente pero en la mayoría de los casos el consumo se ha producido de una manera voluntaria, en un ambiente de fiesta normalmente.

Sin embargo, en un 25% de esos casos en los que la agresión se produce bajo los efectos de alguna sustancia, es decir, por sumisión química, es otra persona quien suministra la sustancia, es decir, se produce la sumisión química por consumo involuntario.

Un problema añadido en estos casos es la dificultad para detectar dicha sustancia en el organismo. Se habla a menudo de burundanga pero no es en absoluto la más frecuente. “La burundanga sabemos que existe pero no la encontramos, se encuentra apenas en uno de cada 300 análisis”, detalla Collado, “sin embargo, hay otras sustancias mucho más habituales”.

Estas drogas permanecen en el organismos apenas unas horas por lo que es importante, según el criterio de los especialistas, que si una mujer sospecha haber sufrido una agresión o haber sido víctima de algún tipo de consumo involuntario, lo primero que debe hacer es acudir a los servicios médicos para que el análisis se realice cuanto antes. “La denuncia puede esperar, no es tan importante que se haga en las primeras horas o algo más tarde pero el análisis, si tarda, no detectará sustancias aunque las haya habido”, explica la jefa de servicio de Interior.

En La Rioja, por el momento, no se han detectado casos de sumisión química por pinchazo como los que se denunciaron en San Fermín y se relatan cada día de forma más frecuente a través de las redes sociales.

Campaña contra la sumisión química

La inmensa mayoría de estas agresiones por sumisión química suelen producirse durante los fines de semana en horario nocturno, de madrugada, en fiestas, discotecas, bares y botellones. Por eso, el Gobierno de La Rioja en colaboración con la hostelería, especialmente con el sector del ocio nocturno, ha iniciado una campaña que incluye, entre otros aspectos, la formación al personal de este tipo de locales para detectar este tipo de casos de manera preventiva y saber cómo actuar. “Es importante que nunca dejen sola a la mujer y que llamen a los servicios de emergencia de inmediato”, detalla Collado. Asegura que la colaboración es excelente. “El sector hostelero quiere un ocio seguro y se plantean incluso adoptar medidas que se están tomando ya en otras comunidades como poner tapas a las bebidas”.

La campaña se dirige también a la sociedad en general ya que es fundamental que actuemos si vemos a una mujer en peligro. “Como sociedad tenemos la obligación de cuidar a nuestros jóvenes”, explica la jefa de servicio, “los servicios de emergencia alertan de una situación que se repite cada ves y es muy. preocupante. Cuando una persona joven, especialmente una chica, se encuentra en mal estado, reciben la llamada de alguien pero, cuando llegan al lugar, se encuentran con que la han dejado sola. Siguen de fiesta sin darse cuenta del riesgo que supone dejar a una mujer así sola”.

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