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Un sistema perfecto

Rioja2

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Los científicos descubrieron que la placenta utiliza un sistema de camuflaje similar al que usan ciertos parásitos, como los gusanos, para evitar ser rechazados por el huésped en el que habitan.

Los investigadores esperan que este hallazgo permita conocer las causas de algunos abortos naturales o de la pre-eclampsia (toxemia), una complicación del embarazo que puede poner en peligro la vida del feto y de la madre. Añaden además que, si se pudiese llegase a reproducir este método de camuflaje para evitar el rechazo inmunológico, se podrían curar enfermedades como la artritis.

La placenta juega un papel fundamental durante el embarazo, ya que actúa como vínculo entre la madre y el feto, al que proporciona nutrientes esenciales. Pero, como la placenta y el feto tienen un código genético diferente al de la madre, en teoría corren el riesgo de ser atacados por el sistema inmunológico de ésta.

Los investigadores ya sabían que la placenta segrega una proteína -neurokinina B (NKB)- que se encuentra en niveles elevados en las madres que sufren de pre-eclampsia.

CAMUFLAJE

Esta proteína puede ser detectada en la novena semana de embarazo, lo que ayuda a diagnosticar el riesgo de sufrir este tipo de complicación. El equipo de investigadores de la Universidad de Reading quería transformar este hallazgo en un equipo de diagnóstico.

Los científicos descubrieron que el tipo de proteína NKB que se encuentra en la placenta no reacciona de la misma manera que el tipo que estaban utilizando en el laboratorio. Desarrollar un mecanismo con el que se pueda hacer que las células sean invisibles al sistema inmunológico puede llevar a encontrar el remedio para muchas enfermedades. Así, se dieron cuenta de que ocurre algún cambio cuando la placenta sintetiza la proteína.

Las investigaciones hallaron que la proteína NKB de la placenta contiene la molécula fosfocolina, que es utilizada por parásitos como los nemátodos (gusanos microscópicos) para evitar el ataque del sistema inmunológico del huésped en el que habitan.

Según el director de la investigación, el profesor Phil Lowry, descubrieron “que muchas de las proteínas de la placenta poseen esta molécula de superficie que les hace pasar desapercibidas frente al sistema inmunológico. Desarrollar un mecanismo con el que se pueda hacer que las células sean invisibles al sistema inmunológico puede llevar a encontrar el remedio para muchas Enfermedades”.

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