Las obras de urbanización de la calle Murrieta comienzan el lunes 6 de junio. El proyecto, como ha informado el Ayuntamiento de Logroño en una nota, incluye actuaciones desde la rotonda de Carmen Medrano con Duques de Nájera hasta Las Palmeras. Este se adjudicó a la empresa ANTIS por 391.500 euros con una duración prevista de tres meses, formando esta obra parte de los proyectos de movilidad financiados por los Fondos Europeos.
El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Jaime Caballero, ha informado este martes del inminente comienzo de las obras. Estas, como ha informado el Ayuntamiento, tienen un plazo de ejecución de tres meses y no supondrán ni el corte peatonal ni el corte al tráfico en ningún momento. Además, ha informado, las líneas de autobús tampoco sufrirán ningún cambio.
El proyecto de remodelación de la calle Murrieta se divide en cuatro fases. Las obras comenzarán en la zona del Conservatorio de Música, donde se realizarán la parada de autobús, la plataforma para los contenedores en la calle Ramírez de Velasco y las zonas ajardinadas. Será la fase uno, que se prolongará durante todo el mes de junio. A continuación, tendrá lugar la ejecución de la parada de autobús en la calle Murrieta 56, junto a los juzgados; se trata de la fase segunda. Después se realizará la parada de autobús del número 41, así como las zonas ajardinadas, es la fase tres. Por último, en la fase cuatro se cambiará el sentido de la calle Vitoria y se ejecutarán las jardineras.
En mayo de 2021, aprovechando la campaña de asfaltado, se realizó una modificación en un tramo de la calle Murrieta para comprobar el funcionamiento de la nueva configuración; fue el cruce con Ramírez de Velasco donde se quitaron los semáforos y se ha podido comprobar que el tráfico es más calmado y a la vez más fluido, al mismo tiempo que se ha reducido la velocidad y el ruido.
Las características principales, como han enunmerado en la nota, son:
Tras las reuniones con el vecindario el proyecto se enriqueció con estas aportaciones:
En primer lugar, se prolonga y completa la segregación del carril bici para mejorar la seguridad de los más vulnerables, sobre todo en el tramo de la Bene. Para ello se juntan las paradas de autobús del urbano y el metropolitano, y se crea una plataforma para prolongar el carril bici por detrás de las marquesinas de estas paradas autobús.
Posteriormente el carril derecho se convierte en ciclocarril compartido con el resto de vehículos para mantener la capacidad de la glorieta que separa la calle Murrieta con Avenida de Burgos.
En segundo lugar, se ha añadido arbolado y zonas verdes en las zonas de transición (las que por geometría del trazado quedan en algunos tramos entre el carril bici y el carril de vehículos motorizados) para avanzar en algo tan importante como la mitigación y adaptación al cambio climático.
De esta forma se añadirán zonas verdes con sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS) para reducir el efecto de la isla de calor, aumentar la biodiversidad, aliviar a los sumideros del exceso de agua en los episodios de tormentas o lluvias torrenciales y, al mismo, tiempo infiltrar humedad al subsuelo para potenciar su capacidad de absorber el Co2.
En tercer lugar, la carga y descarga. Se desplazan los contendores a calles perpendiculares como Ramírez de Velasco o Beratúa, para optimizar y ampliar las zonas de carga y descarga y evitar al mismo tiempo la parada de los camiones de residuos en una vía principal como Murrieta.
En cuarto lugar, los pasos peatonales. Se crean dos nuevos pasos peatonales.
En quinto lugar, una petición atendida ha sido que las bicicletas se pudiesen incorporar directamente desde Murrieta a la calle Rey Pastor a través un tramo de carril bici en la calle Vitoria. Al mismo tiempo se añade zona verde en esta intersección.
El proyecto se detiene en la glorieta de Las Palmeras porque el siguiente tramo hasta la Plaza Diversidad se incluirá en el proyecto del siguiente tramo de eje-ciclista este-oeste.