Jesús, utillero de la SD Logroñés: “Es mi vida, lo que me gusta, es mi club”

Jesús, utillero de la SD Logroñés: "Es mi vida, lo que me gusta, es mi club"

Rioja2

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Jesús (81 años, Logroño) es utillero de la Sociedad Deportiva Logroñés desde el 2014. Su pasión por el fútbol le llevó a aficionarse al Club Deportivo Logroñés con 8 años, décadas más tarde, fue uno de los socios fundadores de la SD Logroñés en el 2009 y, desde hace 8 años, hace labores de utillero con ayuda de su familia. En las oficinas del equipo, en Las Gaunas, se sienta con Rioja2 para hablar sobre su gran pasión.

¿Cuántos años llevas en el club?

Yo a lo de la Puerta 0 no podía acudir por mi trabajo, pero soy socio fundador, de los primeros que nos hicimos. Yo estoy de Utillero desde que vino la primera temporada Raúl Llona, desde la 2014/15 hasta el día de hoy. Yo en vez de estar en casa engordando o ir por ahí, prefiero estar aquí, es mi vida, lo que me gusta, es mi club. Y era del Club Deportivo Logroñés desde los 8-9 años.

¿Cómo llegaste a ser utillero?

Yo iba paseando y, en una temporada que estábamos en Segunda B, Agustín Abadía solía entrenar por las mañanas en el Mundial 82. Les ayudaba a recoger balones… Ya cuando terminó Abadía, yo iba paseando por los puentes y, entonces, como Raúl Llona empezó a entrenar a las cuatro de la tarde yo me quedaba con ellos, tenía amistad. Les ayudaba a coger balones… y, después, me dijeron si quería hacerme cargo del material. Empecé a viajar con ellos y hasta el día de hoy.

¿A qué te dedicabas antes?

Yo estuve de camionero, estaba con una cisterna recogiendo y repartiendo vino. Desde el 2005 estoy jubilado. También he metido a mi hijo, mi mujer y a mis hijas, ya que son socios. Si hay que echar una mano, todos la echan. Es nuestro club, entonces todos tenemos que apoyar. Es la historia que llevo yo con la SDL desde que se fundó. Es para mí un orgullo que jugadores que se han marchado de este club te llamen y tengan contacto contigo. Es un orgullo para mí y para mi hijo. Yo hago menos que antes ahora porque está mi hijo, pero tampoco estoy parado.

En el tema del material te ayudan, y, ¿en otras funciones?

Mi hijo lleva cuestión de material, después, mis hijas, ponen la tienda para vender, si hay camisetas para lavar ellas lo hacen, por amor al club, es nuestro club. Es nuestra vida esto, echan una mano desde el principio todos.

¿No has pensado en parar en algún momento?

Somos todos socios y me gusta el fútbol. No contemplo estar todo el día en casa porque con el camión me ha tocado estar fuera mucho tiempo… Lo ideal sería quedarse en casa, pero para mí no. Lo que puedo hacer lo hago cuando tengo fiesta. Me gusta esto, estoy entretenido y, si puedo ayudar al club, lo hago. Aquí si tienes que pagar a un utillero, pues prefiero hacerlo yo y mi hijo. Mientras me pueda valer, yo sigo aquí. Cuestión de pesas y así lo lleva, mayormente, mi hijo.

Los viajes me decían este año que eran muy largos. El gusanillo empezó a tirarme y me dije: ‘Lo has hecho muchos años, metiéndote palizas conduciendo en el camión por las noches Madrid-Barcelona y por qué no vas a ir con estas personas a todos estos sitios’. Me decidí y todos los viajes hasta ahora he podido ir. El año pasado en vista de que estábamos con mucha pandemia, los partidos hasta que me pusieron la vacuna, tanto Bilbao como Amorebieta y Tarazona, no pude ir.

¿Cómo es el día a día de un utillero?

Depende, primero empiezan con la preparación física, hay pesas, vallas… Si te dan una lista, lo sacas, sino el preparador físico suele venir y te dice lo que tienes que sacar. Después vienen los partidos, hay que estar atento a la recogida de balones… Hoy en día estamos entrenando por la mañana, pero cuando nos ha tocado entrenar por la noche, pues es muy difícil porque tienes que controlar muchos balones, muchas cosas… Hay mucha más tranquilidad por la mañana, eso se nota. Y ahora tenemos la particularidad de que este año nos han puesto un container y podemos dejar material. Cuando empecé con Raúl Llona había una pared y una jaula en el Mundial. Ahora tenemos mucho más material y un sitio donde meter las cosas, antes no teníamos. Esto tiene que ir creciendo porque si llegamos a una categoría que hemos conseguido en ocho meses, hay que poder mantenerla y estar ahí.

¿Qué recuerdo bonito destacarías?

Yo tengo muchos recuerdos. Estaba en la víspera de Reyes, tenía cáncer y me quitaron siete pólipos. Al ver a personas apoyándome en la residencia, eso es muy grande, todos, jugadores, cuerpo técnico, directiva… Eso es muy grande para mí. Yo lo que pueda aportar al club lo haré, mi vida es esa. Es lo que estoy haciendo y me gusta. Llegará un día que diga ‘hasta aquí hemos llegado’, pero mientras la vida y el cuerpo resista…

¿Tienes algún sueño por cumplir con el equipo? ¿Es posible ver a la SD Logroñés en el fútbol profesional?

Es difícil porque hace falta mucho dinero. Aquí hemos atraído 1000 o 1000 y pico personas, lo que no hay que hacer es empeñar un club, ha pasado en muchos sitios y hoy en día están muy mal. Es lo que hay, ni somos más que nadie ni menos. Nos tenemos que mantener con lo que tenemos, hay que ayudar mucho. A mí esta categoría me gusta, en Segunda B que hemos estado, también. Vas a otras categorías y ves otros campos que son maravillosos. Tengo la suerte este año, como el año que ascendimos a Segunda B, que me pongan y me den las gracias porque he limpiado el vestuario donde vamos. Te lo ponen en Twitter y, eso, es muy grande para mí, en Salamanca ante Unionistas, hace poco en Vigo. Para mí la escoba es lo principal. Yo siempre llevo toda la equipación más mi escoba. En Madrid, en Madajahonda, se empeñaban en que no limpiara, pero a mí me gusta dejar las cosas como las encuentro. Para mí es un orgullo, mi hijo es igual. Es nuestra vida. Dirán que somos unos pijos o que somos pesados, pero lo que me gusta es eso. Creo que para el contrario también es un halago, si nos portamos en condiciones, las relaciones se cuidan y es lo que me gusta a mí.

¿Qué le dirías a la afición antes del partido del sábado?

La afición ya sabe lo que pienso de estas cosas. Que se juegue un partido, que no haya insultos, que gocen del partido y, después, todos unidos que lo puedan disfrutar. Eso de amenazar y hacer estas cosas no, hay que jugar el partido, hay que divertirse y si luego hay que tomar algo con la otra afición, se va. Eso es lo bonito del club y del fútbol. Con insultos… no adelantamos nada en esta vida. Lo bonito es ir a otro campo y que te alaben por la afición, por el comportamiento del equipo. Yo siempre se lo he dicho a los aficionados. Hay que ir a lo que se va, a ver un partido de fútbol y a animar todo lo que puedan y más. Eso de faltar, insultar, etc. no me gusta, no me ha gustado nunca.

Foto: Christian Vargas (Rioja2)

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