Los usuarios de la Cocina Económica crecen entre un 15 y un 20% y son más jóvenes

Los usuarios de la Cocina Económica han crecido, a causa del COVID-19, entre un quince y un veinte por ciento y, además, son personas más jóvenes, tal y como ha informado este lunes su presidente, Emilio Carreras.

Cada día, acuden al comedor social, en marcha desde hace 127 años, entre setenta y ochenta personas y, además, a las familias que tienen niños pequeños se les da la ración en un tupper. En total son 120 raciones diarias.

“No ha habido ningún parón, ni con motivo del COVID que ha sido mucho menos grave que la Gripe Española y la Guerra y Postguerra, momentos en los que se llegó a alimentar aquí a 3.500 personas diarias”, ha contado.

La pandemia ha aumentado el número de personas que ha necesitado atención y, además, se ha notado que, si bien antes casi no había mujeres, ahora ha habido un incremento “bastante importante”. Además, las personas que llegan tienen una media de nueve años menos.

El consejero de Servicios Sociales y Gobernanza Pública, Pablo Rubio, y el director general de Servicios Sociales, Pablo González, han visitado este lunes la Cocina Económica de Logroño y se han reunido con Emilio Carreras.

Cocina Económica de Logroño es una entidad sin ánimo de lucro que persigue fines de interés social y que está al servicio de los residentes de Logroño y transeúntes de la ciudad porque su último objetivo es contribuir a mejorar la vida de las personas de la zona en la que la Cocina Económica de Logroño desarrolla su actividad.

Tal y como ha recordado Rubio, Cocina Económica de Logroño “lleva más de 120 años ofreciendo comida a los que más lo necesitan, desde 1894. Pero, además, esta entidad desarrolla otros proyectos como el programa de alojamiento alternativo temporal que cuenta con el apoyo económico del Gobierno de La Rioja”.

En concreto, esta entidad recibirá algo más de 23.000 euros en concepto de subvención con cargo al IRPF para dar continuidad a este programa.

Pero, además, y procedente del IRPF, Cocina Económica recibirá del Ejecutivo regional otra partida de 50.000 euros para la rehabilitación de las plantas superiores del edificio Entrepuentes y habilitar cuatro viviendas de 90 metros cuadrados para atender a familias con menores de forma que con estas subvenciones Cocina Económica proporcionará alojamiento y acompañamiento social a más de un centenar de personas en riesgo de exclusión.

El programa de alojamiento temporal atiende a “personas sin hogar que, por sus características, no pueden ser alojadas en ninguno de los recursos actualmente disponibles o requieren de una intervención a corto o medio plazo que imposibilita la utilización del alojamiento de urgencia, es decir, se trata de un recurso temporal con el que se da respuesta a los nuevos perfiles de personas sin hogar y que facilita la consecución de objetivos destinados a la adquisición de habilidades y logro de una estabilidad personal y social como paso previo a la vida autónoma”.

Por su parte, Emilio Carreras ha recordado los diversos programas, además del alojamiento alternativo, que desarrolla la entidad. Así, Cocina Económica cuenta con un comedor social “que lleva funcionando de forma ininterrumpida desde hace 127 años”; un programa de acogida y atención integral (PAAI); la residencia en el edificio Domingo Álvarez; y el centro de Educación Infantil Entrepuentes.

Más de un centenar de plazas

En total, y con la subvención procedente del IRPF, Cocina Económica dará alojamiento a más de un centenar de personas en situación de emergencia social; personas solas o parejas; y personas adultas, preferiblemente, a partir de 57 años que, siendo autónomas para el desarrollo de las actividades de la vida diaria, no pueden mantenerse en su domicilio por sus características personales y sociales y tampoco cumplen los requisitos de acceso a una residencia, o se encuentran esperando una plaza.

Los usuarios de este recurso deben cumplir una serie de requisitos. Así, deben estar empadronados o asentados de forma estable (al menos 6 meses) y formar parte de un Plan Individualizado de Intervención.

Pero, además, los usuarios deberán presentar una o varias de las siguientes situaciones; carencia de recursos económicos o sociales como para vivir de forma independiente; ausencia de apoyos familiares; inestabilidad laboral; carencia de domicilio; seguir un tratamiento rehabilitador o médico; y usuarios de un Plan de Intervención.

Asimismo, este proyecto cuenta con una serie de actividades que se realizan atendiendo a los objetivos establecidos en el plan de intervención de cada usuario, actividades que continúan en el tiempo hasta que se van cumpliendo los objetivos en las diferentes áreas de la vida cotidiana.

Estas actividades se realizan diariamente durante todo el año y están relacionadas con diversas áreas; personal, laboral y de inserción profesional, educativa, vivienda, educación para la salud (higiene y alimentación), organización económica y del hogar, legal y jurídica, relaciones familiares, relaciones sociales.

Asimismo, también se organizan talleres educativos y actividades de ocio y tiempo libre.