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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Tomás Guarino: “Cuando empecé a patinar siempre lloraba”

Rioja2

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Tomás Guarino Sabaté (Barcelona, 5 de julio de 1999 - 22 años), patinador de Milenio Club Patín, ha revalidado en Jaca este domingo la medalla de Oro en el Campeonato de España Senior Masculino de Patinaje Artístico. Tras el primer puesto logrado en marzo en Valdemoro, en el nacional correspondiente al 2020, el patinador barcelonés ha vuelto a convertirse en el mejor de todo el país.

Según informan desde el club riojano, Guarino dio sus primeros pasos sobre el hielo en el FC Barcelona de la mano de Marta Andrade y Patrick Capmartín. En 2014 logró el Oro en el Campeonato de España en la categoría novice y, tras varios éxitos internacionales en júnior, se trasladó desde Francia, donde vivía, a Suiza, siguiendo los pasos de su mentor Bernard Glesser. Ya en el 2016 comenzó a competir por Suiza y debutó como helvético en el NRW Trophy de Dortmund (Alemania). El catalán ha participado en tres certámenes nacionales suizos logrando el Bronce senior en el 2019.

Su rendimiento internacional en júnior y senior se ha traducido en preseas: Bronce en Merano Cup 2017 y Open de Andorra 2019, Plata en el Tallin Trophy 2018 y Oro en el Open de Andorra 2021. En la actualidad, entrena en Egna (Italia) con Lorenzo Magri en la Young Goose Academy. Y, desde enero del 2021, como estudiante de la UNIR en el Grado de Informática, compite con licencia de Milenio Club Patín. Además, tiene el test de nivel oro que la RFEDH (Real Federación Española de Deportes de Hielo) requiere a los senior para participar en eventos internacionales. La estrella de patinaje artístico se ha sentado con Rioja2 en Lobete a charlar sobre su trayectoria y sueños futuros.

¿Por qué te apasiona este deporte?

Mi madre siempre me ha dicho que cuando yo era muy pequeño, vi patinaje en la tele y dije algo como “quiero hacerlo, me gusta”. Pero, cuando empecé a patinar siempre lloraba. Mi madre me empujo y, al principio, a mí no me gustaba nada. Más tarde me habitué, no quería dejarlo y aquí estoy.

¿A qué edad empezaste?

Empecé haciendo patinaje sobre ruedas a los tres años y después a los cinco en hielo. Continué con los dos hasta los 13-14 que dejé las ruedas.

¿Cuándo empezaste a destacar para competir a un cierto nivel?

Yo me fui a patinar por Suiza y, antes de irme, ya gané uno o dos campeonatos de España en Advanced Novice y cosas así. Para esa categoría mi nivel no estaba mal, siempre hay periodos que veía que mi nivel estaba muy bien, pero otros que tenía la sensación que me quedaba un poco atrás. Ha sido siempre así.

Naciste en Barcelona y luego te fuiste. ¿Cómo fue tu historia?

Muchos de los patinadores que patinamos en España vamos a hacer campamentos de verano al extranjero porque aquí no hay muchas pistas y, las pocas que hay, cierran en verano. Vamos a Francia porque hay muchas pistas aunque algunas cierran también. Conocimos entrenadores y clubes que nos gustaron. Yo continuaba compitiendo por España, pero después, mi entrenador de Francia se fue a Suiza porque le ofrecieron un nuevo trabajo. Y lo seguimos yo y unos cuantos más.

En Suiza me propuesieron cambiar de país y patinar por Suiza. La verdad que era bastante más simple porque me evitaba volver a España cada vez para competir. En España en ese momento estaba Javier Fernández, así que probé con Suiza. Luego llegó el momento en el que mi entrenador falleció, estaba buscando otro club y encontramos este en Italia, que significaba irse de Suiza. No podía competir ya más con Suiza si me iba porque no tenía la nacionalidad. Fui a Italia, Javier Fernández dejó de patinar y como que se alineó todo a la vez y decidí volver a competir con España.

Foto de portada: Christian Vargas (Rioja2) / Foto: Ester Ayerdi

¿Es difícil triunfar en un deporte que no tiene tantos recursos como el fútbol, por ejemplo?

Está claro que fácil no es, después depende mucho del país. En países como Rusia hay muchos recursos, lo que explica también que haya el mejor nivel. En Japón tienen un número de fans increíble, allí, un patinador es mucho más famoso que un futbolista, es increíble. Conceptos así en España es imposible. Aquí compaginar estudios con patinaje es un caos porque te pasas todo el día sentado en la escuela, sales, patinas y no estás al 100%. Además no hay muchas horas porque en las pistas que, hay pocas, hay también clubes de hockey, a lo mejor de curling, de patinaje o lo que sea, las sesiones públicas… Total que al patinaje le quedan pocas horas. No es mágico, cuánto más entrenas, más mejoras.

En Navidad vas a descansar un poco... ¿Cuáles son tus planes para después?

Me voy a tener que poner las pilas porque los europeos llegarán después de 2-3 semanas. Espero volver ya en forma, no me voy a parar, voy a esquiar, a hacer cosas. Y espero retomar el entrenamiento y no haber perdido muchas sensaciones para no perder tiempo reaprendiendo cosas que ya sé hacer.

¿Qué le pides al 2022 en lo deportivo?

Que si el Covid no desaparece, que se tranquilice la situación porque con competiciones canceladas, entrenamientos complicados, si hay un positivo después todos confinados… Ralentiza mucho el progreso. Al final es por eso que patinamos, para poder salir. Deseo que la situación sea más estable.

¿Tienes algún sueño que quieres alcanzar en el deporte?

La verdad que yo soy mucho de ponerme metas simples. Las dos últimas que me puse era llegar a sacar más de 200 puntos en competición que, lo he hecho recientemente, y quería sacar el triple axel. Creo que la meta que me he puesto ahora, aunque no me la haya dicho a mí mismo, es la próxima etapa, es decir, sacar el cuádruple. Primero en entrenamiento y después en competición.

Foto: Ester Ayerdi

A la hora de entrenar ese tipo de saltos, ¿cuándo crees tú que lo dominas?

Es una cuestión de repetición. Está claro que si tú lo haces una vez, puede ser suerte o que en ese momento estuvieras inspirado. Es cuestión de repetirlo y repetirlo. Y, cada vez que lo haces, acordarte exactamente del movimiento que has hecho, la sensación que tenías en ese momento, todo, y conseguir reproducirlo. Cuando tú vas hacia un salto diciendo que “ahora, este lo hago” y, lo haces efectivamente, habrá veces que lo abrirás o lo fallarás, caerás, lo que sea. Pero cuando tú puedes decir “ahora voy a hacerlo” y que la mayoría de las veces lo haces, en ese momento ya puedes empezar a decir que controlas el salto, que lo has hecho tuyo.

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