La portada de mañana
Acceder
El ataque limitado de Israel a Irán rebaja el temor a una guerra total en Oriente Medio
El voto en Euskadi, municipio a municipio, desde 1980
Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

MSF denuncia que crece la atención internacional pero la situación no mejora

Rioja2

0

“Gracias a la atención mediática y política, todo el mundo conoce el conflicto de Darfur. Pero en los últimos cuatro años la situación no ha mejorado. De hecho, para mucha gente ha empeorado. Las condiciones en muchos campos y áreas rurales se han deteriorado y el principal problema para la gente corriente es la inseguridad. La población vive con miedo. Día a día, se enfrentan a la incógnita de saber si sobrevivirán”. Son las palabras de Banu Altunbas, coordinador general de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Darfur Sur.

Según la ONG, las conversaciones de paz que se están llevando a cabo en Libia, centran de nuevo la atención internacional en Darfur. Un conflicto que ya dura cuatro años. Los enfrentamientos tal vez son menos intensos que en 2003-2004, pero el conflicto cada vez es más complejo. Los grupos armados se han escindido en facciones que luchan por diferentes intereses. Las alianzas cambian de repente. Las ciudades y los campos de desplazados pueden ser atacados sin previo aviso. “El impacto en la población civil es devastador.

La gente vive al filo de la navaja, muchos de ellos preparados para huir en cualquier momento“, aseguran para añadir: ”Los que han encontrado refugio en los campos o asentamientos cerca de las ciudades luchan por sobrevivir. La distribución de alimentos es limitada, los servicios sanitarios escasean y, de hecho, en muchos lugares la ayuda humanitaria ha disminuido en los últimos dos años“.

Según MSF, el conflicto de Darfur es cada vez es más complejo y no hay signos de que la violencia vaya a disminuir. “La región está llena de campos de desplazados internos, donde viven cientos de miles de personas”, afirman. Prácticamente cada día se producen nuevos desplazamientos de población. En muchos lugares donde MSF trabaja, la llegada de nuevos desplazados está añadiendo más presión a la ya frágil situación. “La ayuda que se puso en marcha en Zalingei (Darfur Oeste) en 2005 continúa siendo la misma”, explica la coordinadora médica de MSF, Matilde Berthelot, “pero la situación ha cambiado drásticamente. Ahora, hay más de 100.000 personas aquí y cientos de nuevos desplazados han estado llegando cada mes en los últimos dos años”.

En varias zonas de Darfur están apareciendo signos preocupantes de desnutrición. La ayuda nutricional que se distribuye no es suficiente. Entre julio y septiembre de 2007, el número de niños con desnutrición severa admitidos en el hospital de Zalingei y en el centro de salud de Niertiti fue tres veces mayor que en el mismo periodo de 2006. Es la primera vez en tres años que los equipos de MSF son testigos de un aumento de la desnutrición en estas zonas. MSF ha respondido, admitiendo a más niños en su programa hospitalario y abriendo programas ambulatorios. Cientos de niños reciben tratamiento cada semana.

Varias ciudades donde MSF está trabajando son como enclaves, de donde la población civil no puede salir. Los pacientes, especialmente los hombres, temen por su vida cuando cruzan la línea de frente desde el área rebelde hasta un territorio controlado por el Gobierno y viceversa.

En algunas partes de Darfur, la ayuda humanitaria ha disminuido en los últimos dos años, o bien porque es demasiado peligroso para las organizaciones humanitarias empezar a trabajar o porque se han visto forzadas a evacuar por razones de seguridad. Regularmente, la inseguridad obliga a MSF a evacuar su personal internacional, dejando a la población con poca o ninguna asistencia. Después de cuatro años, a pesar de la importante atención de la comunidad internacional, la situación sobre el terreno en Darfur sólo parece haber empeorado.

Etiquetas
stats