Milan Baros y la velocidad

La velocidad ha estado siempre presente en la vida del delantero checo del Lyon Milan Baros. Tanto que la ambulancia que trasladaba a su madre en el momento de su nacimiento se quedó a un kilómetro del hospital. El pequeño Milan tenía ganas de nacer y lo hizo en plena carretera.

Quizá eso marcó su amor por la velocidad. No sólo sobre el campo. También sobre el asfalto. Tanto que este jueves, al volante de un flamante Ferrari, fue sorprendido por la policía francesa conduciendo a 271 kilómetros por hora.

Tenía prisa, se puede pensar. Nada más lejos de la realidad. Después de que los policías dieran el alto al jugador en la autopista A42 entre Ginebra y Lyon, el futbolista aseguró a los gendarmes que su intención era que el amigo que le acompañaba en el coche “escuchara el ruido del motor” de su deportivo.

Confiscado el coche y su carnet de conducir, Baros se enfrenta a hora a un juicio que podría decretar la retirada de su carnet de conducir además de tener que abonar una fuerte sanción económica.