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Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol

De juerga durante el servicio

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La mano derecha del primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, Ulrica Schenström, dimitió noche tras ser descubierta bebiendo con un periodista del canal TV4 mientras estaba de guardia, según declaró el propio Reinfeldt, citado por el diario sueco 'The Local'. El suceso ha provocado una semana de polémicas sobre su visita al, donde fue fotografiada aparentemente abrazada al periodista Anders Pihlblad. Reinfeldt declaró que Schenström le informó sobre su visita a un bar de Estocolmo, y que admitió haber bebido vino pero que era completamente capaz de llevar a cabo sus deberes gubernamentales.

El primer ministro aseguró haberla creído hasta ayer, cuando salió a la luz la cuenta de su visita al bar, en la que se descubrió que la secretaria y Pihlblad se habían gastado 945 coronas (más de 100 euros) sólo en alcohol. Tras conocer esta información, Reinfeldt habló con su ayudante, después de lo cual ésta pidió un permiso, aunque anoche decidió al fin dimitir.

“Yo tenía bastante mando para aceptar las consecuencias”, comentó el primer ministro a los miembros del Parlamento. “Esta es una tragedia personal para ella y para mi”, añadió. Reinfeldt comentó que, cuando descubrió cuanto habían bebido Schenström y Pihlbad, estaba “muy afectado”. “Fue uno de mis momentos más difíciles en la política”, agregó.

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