Derecho al aborto: casi 250 mujeres en un año son obligadas a salir de La Rioja para poder ejercerlo

¿El derecho de las mujeres al aborto está garantizado en La Rioja? La respuesta es ambigua. Desde la Consejería de Salud aseguran que sí se puede interrumpir voluntariamente un embarazo, pero lo cierto es que en el Hospital San Pedro sólo se realizan por causas médicas. Si es la mujer la que solicita interrumpir su embarazo voluntariamente, no puede hacerlo en La Rioja, sino que es derivada a una clínica en otra comunidad.

La ley establece que se puede abortar de forma voluntaria siempre que se realice en las 14 primeras semanas de embarazo. Además, hay varios supuestos médicos como anomalías en el feto o riesgo para la vida de la madre en los que el plazo para poder interrumpir el embarazo es de 22 semanas.

Sin embargo, en La Rioja sólo se realizan abortos voluntarios en los supuestos médicos. En el supuesto de que la mujer quiera abortar voluntariamente sin causas médicas, todos los ginecólogos y ginecólogas del Servicio Riojano de Salud son objetores de conciencia, la mayoría desde 2010 (año en el que se aprobó la Ley Orgánica de la Interrupción Voluntaria del Embarazo). Es una objeción de conciencia colectiva que hace que una mujer que quiera interrumpir su embarazo y no tenga una causa médica tenga que salir de la comunidad.

Salud ha detallado que el servicio de Ginecología está formado actualmente por 25 médicos adjuntos y 8 residentes, que “se acogieron a este derecho sin ningún tipo de coacción ni estigmatización”.

Así, La Rioja es la comunidad con una menor tasa de aborto de todo el Estado, 5,86 por cada 100.000 mujeres frente a la media nacional de 10,33, según los datos del Ministerio de Sanidad correspondientes a 2020. Un dato engañoso, ya que se refiere sólo a las que abortaron por causas médicas: 17 en ese año. Sin embargo, la cifra aumenta, y mucho, si se tiene en cuenta a las mujeres derivadas fuera de La Rioja para abortar: 247 en 2020.

Salud ha explicado a Rioja2 que la objeción de conciencia colectiva y el hecho de que no existan clínicas privadas en La Rioja que realicen este tipo de prácticas obliga a deriva a las mujeres a los centros oportunos, que suelen ser la Clínica Actur de Zaragoza o la Clínica Ansoain de Navarra. Recalcan que lo hacen “facilitando el acceso con celeridad, con adecuada información y con la sensibilidad y la profesionalidad que todas las pacientes merecen”.

Protocolo de actuación

Cuando una mujer embarazada decide interrumpir su embarazo en La Rioja sin que medie ninguna cuestión médica, debe acudir primero a su médico de Atención Primaria para comunicar su decisión. Este profesional envía un correo electrónico al servicio de Admisión, en el que se indica los datos de la paciente.

Desde Admisión se comunican con la mujer para darle una cita en el servicio de Ginecología y Obstetricia, lo antes posible, independientemente del tipo de consulta. Actualmente, esta cita suele ser de un día para otro o en 48 horas, aseguran.

El objetivo de esta consulta es datar la gestación. Si el embrión no tiene latido, se considera una actuación médica y se realiza en La Rioja con el procedimiento que corresponda, bien farmacológico o bien una intervención (legrado).

Si el embrión está vivo, se debería proceder a una interrupción voluntaria del embarazo (IVE). En este caso, desde el Servicio se entrega a la mujer un sobre con la siguiente información:

Se indica que “no se puede tramitar el IVE hasta pasados 3 días de la fecha arriba indicada”.

Pasados los tres días, si la mujer confirma su decisión, se debe dirigir a la Unidad de Traslados de la Consejería de Salud del CARPA para iniciar los trámites de derivación a las clínicas con las que actualmente se hace en Zaragoza y Navarra y puede solicitar las ayudas que corresponden en caso de derivación a una clínica concertada. De este modo, el derecho está garantizado, pero no de forma completa en La Rioja.