Encinart ofrece cuentacuentos, circo, teatro, música y juego

Encinart despertó este viernes, 9 de julio, recuperando la temperatura estival que había abandonado durante días previos al municipio de Enciso. Cuentacuentos, circo, teatro, música y juego, distribuidos en cuatro espectáculos, se sucedieron desde el mediodía hasta la madrugada durante una relajada aunque completa jornada que se abordó con la satisfacción de ver cumplidos los objetivos marcados durante la sesión inaugural.

La Muestra de Teatro y Arte de Calle y Patio supo adaptarse a las circunstancias impuestas por el virus al mismo tiempo que se mantenía fiel al espíritu que lo generó: la cultura como el arma más poderosa para el crecimiento individual, el equilibrio social y la labranza colectiva que fecunda los pueblos, sembrándolos así de futuro para las generaciones venideras.

Precisamente, una propuesta infantil, dirigida a ese público tan especial, abrió la programación en un colorido fosal de San pedro, decorado expresamente para la ocasión. A las 12:00, niñas, niños y algún que otro acompañante se subieron al Carro de los cuentos con Chiflada que la compañía logroñesa Peloponeso Teatro tenía ya listo para viajar. Un carro cargado de fantasía e historias bonitas con graciosas paradas en El país de la Geometría, La casa de la mosca Fosca, la calle Quiénsabe o la boda del tío Perico. Cuando finalmente se detuvo, sus pasajeros se bajaron encantados y dieron las gracias a Chiflada por tan mágico trayecto.

Cumplido el necesario intervalo, comenzó la actividad vespertina. De la mano de Monopájaroverde, el circo, un clásico en el festival, recuperó su lugar preferente en el frontón de Santa Bárbara. El oscense lo dio todo hasta alcanzar el Tope. Subido a su bicicleta regaló momentos divertidos e inesperados, marcados por pausas poéticas y anhelos infantiles, pues, como defiende, “es necesario saber dónde detenerse para poder seguir”. Javier Franco, Javichu, visita por segunda vez Enciso; si antes lo hiciera con Zangania, ahora capitanea este original proyecto, que consiguió levantar el aplauso unánime.

A punto de cumplir el día, llegaron Las tres sisters al mismo escenario. Carburo producciones y Rateatro se atrevieron a recrear la gran obra de Chejov de manera peculiar. Olga, Marga e Irma viven en la España actual. ¿Sus sueños?: bailar en la escuela de Fama, entrar en OT o convertirse bien en influencer, bien en concursante de Gran Hermano. Revisión disparatada e irónica de la actualidad magníficamente acogida por un aforo ansioso de comedia.

Seguidamente, la Plaza Mayor abrió puertas a los últimos invitados. Les esperaba el inclasificable Bingou Musical, un espectáculo loco e irreverente que Sonia Lanuzza, presentadora y colaboradora habitual del festival, manejó con soltura por tercer año consecutivo. Acompañada por Lydia Vera y Sonia Portoles, las Perras callejeras volvieron a sorprender con sus playbacks, bailes y personajes estridentes mientras, canción a canción, el público jugaba al tiempo que contribuía a financiar la muestra, eso sí, albergando la esperanza de cantar “¡bingo!” y hacerse con el atractivo premio.