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La tormenta arrasa Fuenmayor: la iglesia anegada, libros flotando en la biblioteca y desolación en todo el pueblo

Rioja2

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“Fuenmayor está destrozado. Es desolador”. Son las palabras de Ignacio López, teniente alcalde de Fuenmayor. Asegura que algo como lo de este lunes no hay pueblo que lo aguante. “Han sido 50 litros por metro cuadrado, la fuerza del agua lo arrasaba todo y la imagen del pueblo ahora mismo sólo produce tristeza y una inmensa impotencia”.

En poco más de 40 minutos la tormenta se ha llevado todo por delante: la biblioteca está inundada y los libros flotan sobre el agua, el teatro está lleno de agua, la iglesia también. El río Mayor ha saltado y ha invadido calles y plazas. “Hay vecinos que están llorando de pura impotencia, ha sido muy fuerte”, cuenta López a Rioja2.

Desde el primer momento todo el mundo ha salido a la calle con palas y escobas para tratar de achicar agua y lodo. A esta hora, su trabajo se coordina con el de la brigada municipal y las dotaciones de bomberos que han acudido al municipio. Llama el sacerdote y cuenta que una veintena de mujeres están con él en la iglesia achiando agua.

La desgracia podía haber sido mayor. En el momento del primer rayo, los niños estaban entrenando en el campo de fútbol 8. Afortunadamente el entrenador ha sido rápido y los ha puesto de inmediato a cubierto. Ni siquiera le ha dado tiempo de recoger el material. Balones y otros utensilios han quedado flotando en el campo. Apenas unos minutos después el agua arrasaba las gradas de hormigón.

También han reventado los contenedores soterrados por la presión del agua y las piscinas municipales han quedado totalmente anegadas. “El cesped está destrozado por completo y el cuarto de máquinas se ha inundado del todo, las bombas estarán quemados y no sabemos cuándo podremos recuperarlo todo”, señala el teniente alcalde.

Todo eso en el pueblo. Pero también en las tierras colindantes el daño ha sido enorme. “De Los Llanos para arriba ya está todo vendimiado”, dice un vecino entre lágrimas.

Desde el Ayuntamiento han querido lanzar un mensaje de agradecimiento a toda la ciudadanía que ha salido a la calle a ayudar y “han sido tremendamente comprensivos porque, por desgracia, con la naturaleza no podemos luchar... Qué impotencia...”.

A partir de mañana comenzará la valoración y reconstrucción de daños, con la única esperanza de que el municipio sea declarado zona catastrófica para poder acceder a las ayudas que tanto necesitan. Y mirando al cielo. Temen que la tormenta se repita.

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