Su tiempo, gracias

El Banco del tiempo de Logroño, www.bdtlogrono.org, promovido por Fundación Cultura y Comunicación en colaboración con la Universidad Popular de Logroño cuenta ya con cien usuarios y arranca el próximo lunes con el cheque-tiempo como moneda de cambio tras darse a conocer ayer la lista de ofertas con más de un centenar de actividades.

Aprender, enseñar, conocer gente, escuchar o que te escuchen son las expectativas que han llevado a los usuarios a implicarse en la iniciativa para ganar la batalla al reloj.

El Casco Antiguo de la capital riojana en la sede de la Universidad Popular se convirtió ayer en punto de encuentro para la primera toma de contacto cara a cara entre los aprendices y maestros implicados en la iniciativa solidaria, bajo el lema 'Yo soy, Yo ofrezco'.

Todos los presentes tuvieron la oportunidad de ver el rostro de sus futuros proveedores del bien más preciado y valioso para un ser humano, el tiempo. Clases de cocina internacional, danza, asesoramiento de imagen, masajes, informática, tareas domésticas... toda una gama de habilidades variopintas a la carta, usando como contrato el intercambio de experiencias, y como crédito el tiempo.

Entre las actividades más demandadas se cuentan las clases de idiomas y el acompañamiento personal. Esta última ha sido la demandada por Dolores Besga. A cambio, esta jubilada ofrece su experiencia como profesional de la raqueta a los interesados, así como apoyo para rellenar los complicados formularios oficiales.

A sus 71 años de edad asegura que “la gente que viene aquí, no es porque le sobre el tiempo sino porque quiere invertirlo para rentabilizar las horas de ocio y tiempo libre. Formar parte del Banco del tiempo supone un doble beneficio suples una necesidad a la par que ayudas a mejorar la vida de otras personas”.

NORMAS Y FUNCIONAMIENTO

Previamente al intercambio de palabras y saludos, todos los asistentes fueron informados de la forma de canje, normas, modo de usar los cheque-tiempo y resultados de iniciativas precedentes mediante una proyección audiovisual.

Tras la charla , para romper el hielo, los interesados pudieron disfrutar de un vino español en la sala de exposiciones.

Susana Saínz, de 25 años de edad, ofrece clases de apoyo. A cambio, la joven solicita aprender tareas domésticas, sobre todo necesita clases de costura. Para la joven la iniciativa supone “ganar las puertas a la globalización y el mercado capitalista”. Todos estamos en igualdad de condiciones y por primera vez, el dinero no supone un impedimento para mejorar nuestra calidad de vida“.

Por su parte, Federico Murgueza, de 65 años, ofrece clases de francés e informática a cambio de masajes terapéuticos. “Siempre tememos a lo desconocido y más cuando de intercambios humanos se tratan”. Pero el Banco del Tiempo existe en España desde hace 20 años y los resultados hasta ahora han sido positivos. Por ello Murgueza apunta que aunque es prematuro hacer balance y por ahora sólo son posibles las expectativas hay que dejar atrás los miedos y lanzarse a la aventura porque, “quien no arriesga no gana”.

A partir del lunes serán los propios clientes, los encargados de regatear las horas y segundos bis a bis, para lograr un intercambio equitativo del deber y el haber en las bolsas de tiempo personalizadas, una vez arranque el cronómetro de este reloj solidario.