“No se van a revertir ‘Calles Abiertas’, hay que mejorarlas y hacerlas definitivas”

Jaime Caballero ha dado color a las calles de Logroño. Rayas y formas en tonos vivos con el objetivo claro de ofrecer a la ciudad un nuevo reparto del espacio. El concejal de Movilidad y Desarrollo Sostenible admite que todavía falta para cambiar los usos pero celebra que se haya abierto el debate y espera extender estas intervenciones al resto de Logroño y conseguir 'calles de convivencia'.

- El Ministerio de Transportes acaba de avalar la estrategia ‘Logroño Calles Abiertas’ con el Premio nacional de Movilidad, ¿cómo lo ha recibido?

Con mucho entusiasmo porque después de todo el trabajo realizado por el bien de la ciudadanía para solucionar algo tan fundamental como desplazarse de forma segura en un momento de emergencia. Aunque no era el objetivo, recibir este reconocimiento reconforta y anima a continuar en esta línea.

- Casi un año después de su puesta en marcha puede hacer balance. ¿Han cambiado las ‘Calles Abiertas’ la configuración y la movilidad de la ciudad?

Todavía hacer falta mucho más, es un primero paso. Creo que por lo menos lo que se ha conseguido es abrir el debate sobre cuestiones normalizadas como que el automóvil privado ocupado el 80% del espacio público. Después de este año de trabajo en ese repensar el espacio público, por lo menos nos hemos dado cuenta del espacio que se les restaba al peatón, relegado a moverse por una franja estrecha en una acera.

Se ha evidenciado también la necesidad de dotar de un espacio seguro a otros medios de movilidad, como la bicicleta o los recientes vehículos de movilidad personal. Los hábitos de movilidad están cambiando y deben cambiar con cambios sustanciales y de fondo porque más allá de la emergencia que lo ha acelerado, tenemos los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 y los objetivos de descarbonización de 2050.

- Como dice, esta estrategia se puso en marcha de manera urgente por la pandemia pero su permanencia iba a depender de los usos. Sin embargo, tampoco se han producido grandes cambias hasta ahora. ¿Todas las actuaciones serán definitivas?

Algunas actuaciones hay que mejorarlas y reconfigurarlas y otras como la de República Argentina se va a hacer una obra civil para hacer definitiva esa modificación del reparto del espacio. Todas ellas se hicieron de forma urgente por emergencia, pero ahora que está mejorando la situación se ve que son cambios necesarios.

Estas modificaciones se han hecho con mayor o menor acierto porque la calidad del resultado muchas veces no es el que quisiéramos al haberlo hecho con pocos medios. Hace falta mejorar estas intervenciones, pero creo que ya todos tenemos en la cabeza que ese nuevo reparto del espacio sigue siendo necesario a pesar de no tener una emergencia sanitaria.

Yo no he escuchado en la calle o a las asociaciones vecinales que vuelvan las calles a estar como estaban porque se ve que era un modelo que restringía mucho la movilidad peatonal. La experiencia de poder caminar por una zona más amplia yo creo que es irreversible y tenemos que pensar en ir avanzando en esta nueva configuración de las calles.

- ¿Se van a mantener por tanto todas las ‘Calles Abiertas’ hasta ahora?

No solamente se van a mantener, si no que se van a ir mejorando. En principio, no hay pensado revertir ninguna actuación, excepto una zona de Gonzalo de Berreo donde en una parte con menos densidad peatonal se restablecieron aparcamientos porque había más problemas de logística. Tampoco hay demandas para revertir estas acciones, sino al contrario, las peticiones son para que se mejoren y sean de forma definitiva mediante obra civil.

- La oposición ha destacado que se ha admitido un recurso que podría no permitir este tipo de señales no contempladas en la legislación

Es una confusión, porque no son señales. El reglamento de circulación no dice de qué color tiene que ser el asfalto. Se confunden señales de tráfico con una forma de pintar la calzada, por lo que no hay ningún problema. Es cierto que estamos pendientes de que DGT actualice el catálogo de señales de tráfico porque hay realidades que todavía no recoge el reglamento, aunque el uso mismo en muchas ciudades lo está legitimando.

“Es evidente que el intento de dar prioridad peatonal a la calle Sagasta no ha funcionado”

- También critican el escaso mantenimiento y el malestar de los vecinos, especialmente en las calles Fundición y Sagasta.

Esas son dos de las actuaciones que hay que mejorar. En Sagasta, el intento de dar prioridad al peatón efectivamente no funcionó, principalmente por el corte del Puente de Piedra que dio más tráfico al Puente de Hierro. No es que se tenga que revertir porque lo único que se ha hecho es señalizar la prioridad peatonal e intentar que se haga visible a través de esas pinturas, se ha visto que hace falta una actuación más dura de pacificación del tráfico para que la experiencia peatonal sea mucho mejor.

Solo está la señal rectangular S-28 para indicar la prioridad peatonal. Cuando se hace en una calle con adoquines como 11 de junio se entiende mejor porque estamos acostumbrados, pero cuando hay que hacerlo mediante urbanismo táctico no hay ninguna otro reglamento que permita visibilizar esta prioridad peatonal y hay que hacer una labor de creatividad. Son cuestiones novedosas en Logroño que entiendo que pueden crear confusión pero ya se ha entendido y siguen siendo actuaciones provisionales que hay que mejorar para hacerlas definitivas.

En la calle Fundición pasa algo parecido, el espacio estancial que se ha creado tiene que mejorarse. En una reunión con el vecindario pedían que fuese peatonal para que realmente se revitalice la calle, por eso no se está hablando de que vuelva a su origen porque es indiscutible lo bien recibida que ha sido la recuperación del espacio.

“No es necesario peatonalizar muchas calles, hay que tender a calles de convivencia”

- La peatonalización ya ha comenzado en la calle Guardia Civil, ¿qué más calles le gustaría hacer peatonales?

Yo creo que no es necesario peatonalizar muchas calles, tenemos que tender hacia calles donde el tráfico esté calmado y haya una convivencia real de todos los usuarios de la vía. Tienen que ser calles donde los coches pasen despacio, con zonas estanciales, que no haya tanto ruido y más vegetación para compensar la huella de carbono. Que el coche pueda pasar pero que no ocupe todo el espacio, que haya un reparto más equitativo.

- ¿Un modelo así es el que piensa para San Antón?

Sí, y ahora se va a hacer también en República Argentina. Ese modelo se queda una banda de rodadura para tráfico pero se amplían muchísimo las aceras. En San Antón lo mismo, crear una banda de rodadura para el acceso a los garajes y a los comercios, pero reducir lo que hasta ahora ha sido habitual en Logroño, el espacio de doble fila. Hay que devolvérselo a los peatones, para una ampliación de las aceras. Tienen que ser calles mucho más seguras, hay que reducir la intensidad del tráfico y hacer que sea a menor velocidad, reduciendo el espacio, creando esos carriles curvilíneos… Ese es el modelo a seguir.

- La principal crítica a todas estas actuaciones es la falta de participación. ¿Está contando con los vecinos?

Sí, fue una crítica al inicio de las intervenciones de Calles Abiertas en plena emergencia, pero en ese momento no hubo tiempo de hacer esa participación. Ahora todos los proyectos están en la página web de Calles Abiertas para exposición pública, algo que no se hacía antes en los proyectos de urbanización. Por supuesto que todavía queda mucho por hacer para que esos proyectos de participación sean tutorizados y se seguirá intensificando en el futuro porque es clave.

- ¿Y en avenida Portugal qué ha pasado? Los vecinos están incluso recogiendo firmas.

Realmente hay dos peticiones muy puntuales. Una referente a que se elimine el escalón que hay con el pasaje. Todos los pasajes de Logroño son privados, aunque son de uso público, y el ayuntamiento no tiene competencias para hacer una obra. Estamos estudiando cómo solucionar técnicamente ese escalón y luego ver las formas de viabilidad para ejecutarlo, porque tendríamos que llegar a un acuerdo con la comunidad de propietarios.

La otra demanda que hacen es para ampliar la acera norte, pero las calles tienen la anchura que tienen y no cabe todo. Por ahí pasa el eje ciclista y en la calzada se mantiene pa banda de aparcamiento que se mantiene el actual, además del carril. Entonces, a mi me gustaría ampliar la acera norte pero no queda espacio físico. No obstante, se está estudiando si en algún tramo se pudiera.

“La filosofía de Ciudad 30 no es que la velocidad máxima sea 30 sino que el coche conviva con las personas”

- Logroño ya es ‘Ciudad 30’, se ha reducido la velocidad de sus calles, ¿Qué balance hace de estos primeros días?

La sensación es que ha sido una medida en general muy bien recibida. Era un cambio necesario y poco a poco tiene que ir calando. Yo me voy fijando y sí creo que se va reduciendo la velocidad, pero todavía falta más tiempo para concienciar. El otro día veía los resultados de la campaña de control de velocidad y de forma general sí que se están respetando, pero todavía se siguen viendo ciertas maniobras de conductores que ponen en riesgo a los peatones.

Hay un esfuerzo por la DGT y por nosotros para evidenciar que un atropello a 50 tiene un 90% de ser mortal mientras que a 30 se reduce a un 10%. También estamos viendo cómo esa reducción no implica tardar más, porque de hecho la velocidad efectiva en un itinerario urbano no llega a 20 km/h.

Lo que hay detrás de la filosofía de Ciudad 30 no es que la velocidad máxima sea 30 sino que el coche conviva con las personas. Los desplazamientos a pie son la gran mayoría, un 60% del total, y tenemos que darles a las personas la importancia que se merecen dentro de la ciudad y no como hasta ahora que en lugar de ser calles eran vías de tráfico. Tenemos que hacer ir haciendo esta transformación mediante el cambio del reglamento de circulación y con actuaciones físicas como Calles Abiertas.

- Además, con esta nueva normativa se ha aprovechado para pintar nuevos ciclocarriles en algunas calles donde ya los había en la acera. ¿Por qué ha ocurrido esto?

Hay varias cuestiones en esto. En primer lugar, el reglamento de circulación pone a 50 las vías de dos carilles por sentido. El carril derecho tiene que ser más lento porque es ahí donde inician los peatones un cruce de una calle. Además, hay que ir tejiendo una red de itinerarios ciclistas y una forma de legitimar la prioridad de la bicicleta en estos carriles de 30 es convertirlos además en ciclocarril pintando la señalética.

En algunas de esas vías ya hay un carril bici por la acera, pero es algo que desde hace años se ha dejado de utilizar y la DGT ya está diciendo que se debe quitar, porque no hacen más que crear conflicto entre el peatón y la bicicleta. La mayoría de carriles-acera bici se han comido terreno al peatón y crean itinerarios imposibles para la bicicleta. Hay que ir quitándolos poco a poco, pero tiene que ser algo progresivo, mientras continuamos dando seguridad a los ciclocarriles.

- Además, se está construyendo ya el eje ciclista que va a cruzar la ciudad. ¿Están preparando los logroñeses para usar más la bici? ¿Están planteando algún incentivo?

Poco a poco cada vez son más los adeptos que se suman a la bicicleta. Con la bicicleta se llega antes, es mucho más cómoda, no hay que buscar aparcamiento, no es tan estresante… son todo ventajas.

Desde el ayuntamiento estamos trabajando en tres ámbitos diferentes para promocionar la bicicleta: infraestructuras, con ese primer eje que se está ejecutando ahora para crear itinerarios seguros; la formación, que ya se ha realizado este año para el alumnado de 2º ESO y con campañas de comunicación y los servicios, tenemos que seguir mejorando BiciLog y los aparcabicis, que se han incrementado muchísimos desde que llegamos al ayuntamiento.

- También apuestan por el transporte urbano. Pusieron en marcha el primer carril bus de la ciudad. ¿Cómo está funcionando?

El autobús urbano es el factor de la movilidad sostenible y la pirámide de movilidad justo después de los modos activos. La prioridad es que reduzca el tiempo para competir en tiempo de desplazamiento con el coche. Ese es el mejor aliciente, para ello hay soluciones como el carril bus, que se destina ese espacio para que el autobús no tenga que ir sorteando los coches en doble fila, como en Vara de Rey. También cambiamos las tarifas para desincentivar el pago en metálico y que el embarque sea más rápido. Todo eso tiene que ir redundando en tiempos de desplazamiento más cortos, que además permitirá aumentar el número de frecuencias con la misma flota.

“El aparcamiento gratuito del Revellín como lo conocemos ahora no es el destino final de este espacio”

- ¿Qué va a pasar con el aparcamiento del Revellín?

Ese aparcamiento es provisional. En el Plan General Municipal figura como parque. En un momento dado, por un evento concreto, se transforma en aparcamiento y hoy en día nos parece que lleva ahí toda la vida. Pero realmente es un espacio que se está utilizando de forma irregular. Ninguna ciudad que yo conozca, ni de España ni del mundo, tiene un aparcamiento en el centro gratuito como lo tiene Logroño.

El aparcamiento en superficie tiene que ser de necesidad, de alta rotación y para cubrir necesidades logísticas, para otros usos no debería utilizarse el espacio público para ello, para eso están los aparcamientos subterráneos o habrá que ir creando aparcamientos disuasorios perimetrales.

- ¿Apuesta entonces por quitarlo por completo, una parte, convertirlo en zona verde… cuál es su propuesta?

Todavía no hay una propuesta en firme, por supuesto que puedo tener mis ideas, cada uno la suya… Lo que digo es que el PGM lo considera parque. En los parques también puede haber dotaciones, en ese mismo parque hay un frontón. El aparcamiento gratuito como lo conocemos ahora no es su destino final.

- Para terminar, ¿qué le falta a Logroño para ser la ciudad que quiere Jaime Caballero?

Que esas acciones que hemos emprendido se extiendan a la gran parte de la ciudad. Que se ejecute todo el PMUS del 2013 que contemplaba las áreas pacificadas, las supermanzanas, para que cada área tenga zonas estanciales de convivencia como hemos visto en Madre de Dios. Que se reduzca el ruido, que se cumplan todos los planes de mitigación del cambio climático y que se reduzcan las emisiones de gases contaminantes.

Para ello se requiere una nueva forma de interpretar el espacio público y de movernos por la ciudad de forma más sostenible y segura. Fruto de todo ello, el objetivo es que haya cero víctimas por accidentes de tráfico en la ciudad.