El Calahorra se despide del sueño mereciendo más

El Calahorra se despide del sueño habiéndolo tenido cerca, más de lo que se podía imaginar. El bloque riojabajeño compitió, trabajó, se esforzó y mereció mejor suerte… pero la fortuna le fue esquiva. Sabía que la empresa era compleja, ya que no se la podía jugar en la tanda de penaltis ya que el Burgos, su rival, por ser primero contaba con el privilegio de pasar al duelo final en caso de tablas después de la prórroga. Con lo que el cuadro rojillo no contaba era con ese penalti nada más arrancar el tiempo extra. Una pena máxima que transformó Juanma y que obligó a un imposible a los chicos de Diego Martínez.

Lástima que Rayco, en dos oportunidades, no estuviera fino. Pudo finiquitar el encuentro justo cuando se cumplía el minuto 90. Pero es que el canario volvió a tenerla, también El Haddadi, justo antes del penalti en contra. El fútbol no fue justo. Porque de mantener el sueño una semana más a darse de bruces con la realidad por mucha ilusión que se hubiera mostrado en el terreno de juego de Don Benito donde sí hubo afición rojilla; y vaya sí la hubo.

Que había respeto y miedo a fallar era evidente. Aun así, desde el comienzo al Calahorra no le tembló el pulso de llevar la iniciativa ante un adversario más expectante de lo que se podía pensar. El mando era de los riojanos, más entonados y sin concesiones. Eso no quita para que los burgaleses fueran los primeros en intentarlo con un tiro de Guillermo y un centro de Saúl Berjón al que no llegaron ni Guillermo ni Juanma. Pero tras el intento de Carrique, que desvió Barovero, el ritmo lo marcaba el bloque rojillo. Aunque se desperdiciaban saques de esquina, el Burgos tenía más pólvora cuando Juanma, antes de la media hora, ponía a prueba a Roberto, que atrapaba en dos tiempos.

Saúl Bretón insistía para los suyos, pero Amorrortu gozaba de la más clara para los riojabajeños durante el primer acto, pero el meta argentino respondía con pericia. Equilibrio al intermedio que el equipo de Javier Calero intentó romper en la reanudación con una salida de Roberto ante la que Juanma no pudo picar. La reacción fue instantánea cuando Córdoba despeja tras un córner para los calagurritanos. Entraba el partido en una fase de dejar pasar el tiempo, las interrupciones y las imprecisiones se imponían por lo que poco en claro se podía sacar.

Diego Martínez no movía sus piezas hasta el minuto 80 (Rayco y Marc Nierga por Amorrortu y Martínez-Losa), aunque antes ya había entrado en escena El Haddadi por Fran Sota. Undabarrena lo intentaba y Roberto blocaba. Cristian dejaba su lugar a Santamaría y Rayco desperdiciaba la ocasión instantes antes del pitido final del tiempo reglamentario. Animado por esa oportunidad, el Calahorra insistió y tanto El Haddadi, con un tiro alto, como Rayco otra vez pudieron poner a los suyos por delante, pero con lo que se encontraron fue con un penalti en contra que marcó Juanma, a la escuadra y fuerte.

Restaban 25 minutos por delante y aunque el bloque riojano le puso toda la carne en el asador, el Burgos supo parapetarse, enfriar el encuentro y administrar su ventaja para alcanzar las dos horas de juego sin recibir ningún gol, por mucho que El Haddadi lanzara arriba, Carrique buscara la sorpresa con centrochut o Mar Nierga tirara desviado. Ahí terminó el sueño de los rojillos. Pero lo que nadie le puede quitar es saber que la próxima campaña estará en la Primera RFEF, que bien se lo ha ganado estos últimos meses.

Foto: CD Calahorra