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Sonrojante actuación en Las Gaunas

Sonrojante actuación en Las Gaunas

Rioja2

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Desde finales de octubre del año pasado, jornada 9, la UD Logroñés había vivido fuera del descenso. Meses en los que agarró un colchón -seis triunfos consecutivos- del que ha vivido hasta el término de la jornada 38 cuando la derrota por 1-4 ante el Girona, unido al triunfo 1-0 del Cartagena sobre el Castellón, conduce a los blanquirrojos a ocupar una de las cuatro posiciones que llevan a la Primera RFEF. Restan cuatro duelos (Leganés, Fuenlabrada, Almería y Las Palmas) para salir de ahí. Es más que evidente que serán necesarios al menos dos victorias para que el penúltimo equipo en esta segunda vuelta (14 puntos en los últimos 17 encuentros) pueda escapar de la zona roja, aunque más allá de los puntos, lo preocupante pasa por saber si el cuadro riojano tiene la actitud necesaria para afrontar la actual situación tras una dinámica tan negativa.

Una derrota sonrojante vivida en Las Gaunas -¿no era este campo donde iba a estar en juego la salvación?- que puede hacer daño para afrontar el duelo en Butarque ante otro rival instalado en zona de ‘play off’ -es de esperar que no se salga en tierras madrileñas con la resignación de la derrota, como sí aconteció este domingo-. Porque está claro que para huir de la quema y mantener la plaza en la Liga SmartBank hay que exhibir otra intensidad, otra velocidad por mucho que tu rival, sea el que sea, es superior. Porque se puede perder, incluso por goleada, pero dándolo todo, poniendo todos los sentidos en cada lance como si fuera el último y eso, por desgracia, no le ocurre a una UD Logroñés que no se sabe si va o si viene. Quizá por eso la actual clasificación determina que los riojanos no han alcanzado el mínimo exigido para continuar en Segunda, aunque hay tiempo (poco) para darle la vuelta a la tortilla.

Sergio Rodríguez, que cumplía su segundo partido de sanción (igual que Olaetxea), apostó por el mismo once que jugó en Castalia. Enfrente estaba un Girona, que venía de tres victorias seguidas, y que quiso imponer el control del juego gracias a la posesión. De esta forma, de partida resultó un duelo al que le faltaba ritmo. Eso no quitó para que Yoel Bárcenas con un balón a la espalda de la defensa, a los tres minutos, se presentara ante Santamaría (en claro fuera de juego no señalado) para que el meta navarro se luciera con el despeje.

Mientras que los de Francisco tocaban con paciencia en su campo para meter algo más de velocidad cuando el cuero le llegaba a Gumbau o Cristóforo, la UD Logroñés apenas lanzaba un par de saques de esquina, sin peligro, y se limitaba a defender con criterio. Hasta que Petcoff hizo un mal control, metió la pierna, vio la cartulina amarilla y provocó la falta que condujo al 0-1 cuando Gumbau la puso de lujo para que Arnau, ganándole la acción a Medina, marcara con un remate plácido antes del cuarto de hora.

Mientras que el bloque catalán jugaba cómodo, tranquilo, consciente de que dominaba la situación, la UD Logroñés quería poner una marcha más pero era difícil cuando se entra en el partido con cierta parsimonia. Yoel Bácenas se iba por la derecha y centraba al segundo palo para que Stuani picara con intención pero sin encontrar la portería. El Girona perdonaba el segundo ante un bloque riojano expectante de una genialidad. Que la hubo porque Paulino condujo en diagonal, con una finta de cadera espectacular sobre Monchu, filtró a Nano Mesa, pero el tinerfeño, precipitado, picó, mal posicionado, ante la salida de Juan Carlos.

Una acción que no sirvió para creer. Stuani y Yoel Bárcenas recibían con cierta suficiencia, podían dejar de cara y provocar el consiguiente cambio de orientación. Los de Francisco pisaban, otra vez, el área con un centro medido de Monchu al que Stuani, de nuevo en el segundo palo, llegaba forzado. El Girona, con poco y sin realizar un gran choque, hacía lo que quería. Hasta se permitía el lujo de, por momentos, hacer que no sucediera nada y dar vida a un rival inoperante y sin recursos atacantes. No le hacía falta porque sabía que la sentencia iba a venir antes del descanso. Cuestión de tiempo. Así fue. Córner que ejecuta con precisión Gumbau y que Stuani, a la tercera, superó la frágil marca de Iñaki para rematar a placer y colocar el 2-0 en un duelo desigual entre unos que buscaron la victoria y otros que salieron a verlas venir, sin confianza y dando por sentado que se iba a perder. Como si la situación clasificatoria permitiera relajarse y dejar pasar oportunidades.

Sergio Rodríguez movía ficha en el intermedio con Sierra por el amonestado Petcoff y por Bogusz (como acompañante de Nano Mesa, pasando Pacheco a la izquierda) por un desacertado Medina reubicando a Iago López e Iñaki como laterales a pierna natural. Más allá de cuestión del cambio de cromos lo que era necesario era variar la actitud y demostrar que se quiere mantener la categoría. Las urgencias son malas consejeras y este grupo no se ha caracterizado por saber ir a remolque. Tampoco fue la tarde del domingo.

El Girona no sufría. Le valía con lo que hacía. Además, Bobadilla pisaba a Stuani en una acción que tuvo que ser revisada por el árbitro, previo aviso del VAR, para que el uruguayo confirmara el triunfo de los suyos antes de la hora de partido. Momento que aprovechó el cuerpo técnico blanquirrojo para que Paulino descansara y darle minutos a Rubén Martínez. Sucedió algo parecido minutos después con la sustitución de Andoni López por un apercibido de sanción Iñaki. En el terreno de juego, todo seguía igual, dominio claro de los visitantes ante una UD Logroñés imprecisa con la pelota, sin profundidad, sin remate y además permisiva en las tareas defensivas.

Bárcenas enviaba al poste en otra acción positiva de un Girona que refrescaba su delantera. La respuesta local vino en prácticamente la única jugada hilvanada de todo el partido que acabó con un tiro de Rubén Martínez que tras impactar en un defensor le vino a Ander Vitoria, el cual mandó al limbo la pelota. Claro que el cuadro entrenado por Francisco volvió a sacar a relucir las jugadas de estrategia (los cuatro goles vinieron por esa vía) para ahondar en la herida abierta a una UD Logroñés totalmente abatida. Ibrahima Kebe le ganaba la partida a Sierra y aunque Santamaría repelía, como podía, el rechace botaba delante de Bobadilla para que el najerino no pudiera despejar, mientras que Juanpe, tras controlar, parecía cerrar el duelo. Sin embargo, un gran pase de Sierra permitió a Rubén Martínez picar ante Juan Carlos para ahora sí sellar un sonrojante 0-4 en Las Gaunas.

Ficha técnica

UD Logroñés: Santamaría; Medina (Bogusz, min. 46), Álex Pérez, Bobadilla, Iago López; Paulino (Rubén Martínez, min. 58), Andy, Petcoff (Sierra, min. 46), Iñaki (Andoni López, min. 66); Pacheco (Ander Vitoria, min. 74) y Nano Mesa.

Girona: Juan Carlos; Yan Couto, Santi Bueno, Juanpe, Arnau, Franquesa (Luna, min. 81); Gumbau (Ibrahima Kebe, min. 81), Monchu, Cristóforo (Terrats, min. 85); Yoel Bárcenas (Bustos, min. 69) y Stuani (Sylla, min. 69).

Goles: 0-1, min. 14: Arnau. 0-2, min. 40: Stuani. 0-3, min. 57: Stuani, de penalti. 0-4, min. 85: Juanpe. 1-4, min. 91: Rubén Martínez.

Árbitro: Rafael Sánchez López (Comité Murciano). Amonestó a Petcoff (min. 13), Paulino (min. 22), Bobadilla (min. 56), Andoni López (min. 83) y Ander Vitoria (min. 88), por la UD Logroñés, y a Monchu (min. 90), por el Girona.

Foto: UD Logroñés

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