Remontada o se acabó

25 de abril de 2021 07:08h

Hola y adiós, salvo proeza, en la fase de ascenso a LEB Oro. El Reina Yogur Clavijo no estuvo a la altura de las circunstancias y deberá confiar en una remontada sin parangón para alcanzar los cuartos de final. El 96-78 fue contundente, igual que el dominio impuesto por el filial del Gran Canaria para marcar los tiempos, en todo momento, del partido y dejar en evidencia a un conjunto riojano que no puede tirar por la borda en 40 minutos todo lo realizado a lo largo de los últimos meses. Porque un equipo que se había caracterizado por el aspecto físico, por ser superior que sus oponentes, por hacerse fuerte desde la defensa no puede encajar 96 puntos el día clave.

Mucho debe trabajar Jenaro Díaz a lo largo de los próximos días. Quizá el primer aspecto deberá ser el anímico porque tiene que convencer a los suyos de que es posible la voltereta. Si los protagonistas creen, el resto tendrá que hacer lo mismo. Luego vendrá el tema deportivo, donde el Reina Yogur Clavijo también debe tener fe en mejorar sus prestaciones, principalmente en el aspecto defensivo porque desde ahí se podrá crecer. De lo contario, resultará imposible. Y probablemente sea imposible, pero la intención pasa por hacerlo factible, aunque sea por poco tiempo, el suficiente para continuar soñando. Claro que para eso hay que olvidar lo vivido este domingo y centrarse en 40 minutos como si no hubiera un mañana.

Pese al 0-2 inicial (y posterior 3-4, únicas dos veces que los riojanos fueron por delante en el marcador), el filial de Gran Canaria fue el que manejó en todo momento los tiempos. Con el 10-4, tras un parcial de 7-0, a los 4 minutos se intuía que iba a ser una tarde complicada para los pupilos de Jenaro Díaz. La presión de los locales se le atragantaban una y otra vez a un Reina Yogur Clavijo que no era fiel a lo que le ha llevado a esta fase de ascenso. Las pérdidas de balón lastraban (7 en el primer cuarto, 5 en el segundo, 4 en el tercero y 5 en el último), pero es que tampoco se estaba fino defendiendo el aro. Era como si el estar peleando por retornar a LEB Oro no fuera lo suficientemente motivante para dejarse la piel en cada balón. Pues algo así sucedía.

Todo lo contrario que los chicos de Gabi Alonso que se fajaban por todo. La consecuencia evidente fue que el marcador se fue ampliando hasta un 22-9 sonrojante para los riojanos que en 8 minutos tenían que ir a remolque no ya del partido, también, sino de una eliminatoria que se ponía muy cuesta arriba. Steinbergs (firmó sus 8 puntos en el primer acto), Javi López y Montero (26 y 20 puntos, respectivamente) se convertían en estiletes de los locales que se iban 25-15 tras la primera decena de minutos.

Lobo comenzaba a carburar (acabaría siendo el máximo anotador de los visitantes con 21 puntos), pero era insuficiente. Estaba demasiado solo porque defensivamente el equipo no ponía todo lo que debía. Pese al 27-20 y el 31-23, una antideportiva de Marín reconducía a los canarios que seguían por encima de la decena, 37-26 en el minuto 14. De Pablo, con un triple, daba alas a los suyos, y parecía que todo podía cambiar con el 37-31, sin embargo, Javi López (estelar con 36 puntos de valoración) se encargaban de reconducir la situación, 40-31. Pero Mutaf, con otro lanzamiento desde más allá de los 6,75 metros, volvía a complicar la vida a los logroñeses, 45-31.

El Reina Yogur Clavijo estaba tocado. La diferencia seguía en aumento, 50-34, aunque por fortuna al descanso se redujo al 50-35. Mucho trabajo por hacer para un bloque logroñés que iba por debajo en la iniciativa, en el marcador y en la actitud defensiva, una de las claves del buen rendimiento de los riojanos este curso. Javi López marcaba el territorio con un triple para arrancar el segundo tiempo, 53-35. Menos mal que un parcial de 0-6 acercaba a los visitantes, 53-41. Pero el base canario estaba decidido a prácticamente meterse en los cuartos de final cuando, con otro triple, ponía el 60-41 tras 24 minutos de refriega. No contentos con eso, los amarillos, con dos tiros libres de Montero, ponían la máxima, 62-41.

Lobo trataba de contagiar a sus compañeros y en el intercambio de canastas (mal asunto cuando se entra en esta dinámica para el Clavijo), Lafuente y Niang se unían para 68-55 y poder atisbar un presente más esperanzador. Pero un parcial de 5-2 para cerrar el tercer cuarto provocó que el 73-57 determinara que el Reina Yogur Clavijo tenía 10 minutos para enmendar la media hora anterior y regresar a Logroño con opciones. Lafuente entendía que era el momento de aparecer, pero el 78-60 campaba en un marcador que se reducía con un 0-5 (78-65) con aún 7 minutos por jugarse.

Ott toma el relevo para aguantar el envite de los canarios, muy fiables en el lanzamiento (rozando el 50% en tiros de campo, 36 de 71), pero del 84-79 se pasó al 96-76 en poco más de tres minutos merced a Pérez, que encadenó 6 puntos seguidos para que el filial grancanario prácticamente sellara el pase antes del duelo de vuelta. Lafuente puso el 96-78 y aunque dispuso de una última acción para reducir la diferencia, el Reina Yogur Clavijo deberá realizar una machada en el Palacio el próximo domingo (12.00 horas) si quiere continuar con vida en este camino por llegar a la LEB Oro. Para ello tendrá, como mínimo, que emplearse como si fuera el último encuentro de la campaña, cuestión más que probable salvo que se produzca una mejora sustancial en todos los aspectos (y eso que se ganó en el rebote, 33 por 31).