El Mundial de los tribunales

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El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) se hizo este doingo con el título de campeón del mundo pese a ser el tercero en discordia por detrás de los dos McLaren-Mercedes de Lewis Hamilton y Fernando Alonso, y después de una temporada donde las decisiones y los tribunales fueron tan protagonistas como los propios pilotos. Y es que el año 2007 del gran 'circo' tuvo más protagonismo en los despachos de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), que tuvo más trabajo sobre todo por los problemas internos en McLaren-Mercedes y por el feo asunto de presunto espionaje de las 'flechas plateadas' a Ferrari.

Además, el más perjudicado de todo esto fue Fernando Alonso, sobre todo por lo sucedido en el Gran Premio de Hungría, en una situación donde se rozó el ridículo por parte de los propios comisarios de carrera, cuya decisión pudo marcar el futuro del título. La FIA entró hasta en cuatro ocasiones a estudiar asuntos relacionados con la escudería anglo-alemana durante las carreras de este año, sin contar con el caso de espionaje.

La primera se produjo en el Gran Premio de Mónaco, donde venció Alonso por delante de Hamilton, que se quejó posteriormente de que desde McLaren-Mercedes le pidiesen que entrase en 'boxes' antes de tiempo para no poner en peligro la victoria del asturiano. La FIA dijo que esta acción de Ron Dennis fue “enteramente legal” y que McLaren-Mercedes no hizo nada que se pudiera describir como “una interferencia en el resultado de la carrera”. La brecha entre los dos pilotos y el director del equipo comenzaba a abrirse. De todos modos, a partir de ahí, Hamilton tuvo mejores resultados que Alonso y se hizo con el liderato del Mundial alcanzando hasta 14 puntos de ventaja sobre el español tras el GP de Francia.

Casi un mes después de esta cita, el británico sufría un espectacular accidente sin consecuencias en la calificación del Gran Premio de Alemania, que le relegó al décimo puesto de la parrilla de salida. En carrera, con una lluvia que provocó la bandera roja, muchos pilotos se salieron con anterioridad, entre ellos el inglés, el único al que la grúa sacó su coche. De todos modos, Alonso ganó en un espectacular final con Felipe Massa (Ferrari) y su compañero sólo pudo ser noveno y se quedó fuera de los puntos poniendo emoción a la clasificación.

LA DECISIÓN DE HUNGRÍA.

Dos semanas después, el bicampeón mundial acudía a Hungaroring (Hungría) con el deseo de situarse nuevamente líder y el fin de semana empezó del modo deseado, con la 'pole', pero la alegría no le duró ni 24 horas. En su parada antes de su última vuelta, McLaren ordenó parar más tiempo del debido al ovetense, que bloqueó a Hamilton, que se quedó sin vuelta rápida ni con el posible primer puesto de la parrilla. El lío fue mayúsculo y los comisarios de carrera decidieron finalmente mantener al asturiano.

Sin embargo, la FIA reestudió el asunto y sancionó no a la escudería, sino al piloto español, que se marchó a la sexta plaza en la salida y perdió sus opciones de victoria, que fue a parar a su compañero, nuevamente con ventaja de cara al título. Las dos últimas decisiones del organismo fueron en Japón y Brasil. En Fuji, Hamilton ganó, Alonso se accidentó, pero el inglés hizo una maniobra extraña con el 'safety car' en pista bajo el aguacero que acabó con un choque entre Vettel y Webber.

La FIA estudió la maniobra y tampoco vio indicios de castigo, pero días después antes del Gran Premio de China, volvió a hacerlo amparado en un video de 'youtube.com', aunque tampoco sirvió de mucho y todo quedó igual. Hamilton abandonó en Shanghai y dio emoción al título antes de Interlagos, escenario del GP Brasil. El joven novato volvió a estar en el 'ojo del huracán' por haber utilizado dos juegos de neumáticos para lluvia, pero simplemente hubo multa para McLaren-Mercedes.

Todo esto aderezado por el caso de espionaje que afectó al Mundial y en el que se vieron involucrados las 'flechas plateadas' y Ferrari, a causa de la información que tenía en poder Mike Coughlan, jefe de diseño de la escudería anglo-alemana, supuestamente facilitada por el ex jefe de ingenieros de los 'bólidos rojos', Nigel Stepney.

Como durante todo el año, la FIA no 'acertó' a la primera. Decidió no sancionar a McLaren-Mercedes y posteriormente Max Mosley, presidente del organismo, decidió que se organizase un nuevo juicio para clarificar un asunto que se fue enredando por los correos electrónicos entre Alonso y Pedro Martínez De la Rosa sobre el F2007, y que concluyó con la colaboración del asturiano y los cien millones de dólares multa para Ron Dennis, Norbert Haug y compañía.

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