Riesgo de adicción entre los más jóvenes

Europa Press

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El 8 por ciento de los jóvenes españoles de entre 18 y 34 años corre “un alto riesgo” de padecer una adicción a productos tecnológicos de última generación, “un problema de importantes magnitudes que de no ser reconducido a tiempo puede generar serios problemas en el desarrollo de las nuevas generaciones”, según un estudio elaborado por la empresa Append para conocer los usos inadecuados de las nuevas tecnologías entre la población adulta española.

El estudio revela que, en líneas generales, el español medio “no parece especialmente obsesionado” por consumir tecnología de última generación como videojuegos, teléfonos móviles, ordenadores o GPS, pero que, aunque no se obsesione con la adquisición de productos recién salidos al mercado, se observa que los hombres y los encuestados más jóvenes “están notablemente más predispuestos a este tipo de consumo”.

Pese a esta aparente baja obsesión por consumir tecnología, uno de cada seis españoles manifiesta “cierta tendencia al aislamiento” y reconoce no ser consciente del paso del tiempo cuando se entretiene con productos de este tipo. El 17,3 por ciento de los adultos consultados reconoce haber sido amonestado por un uso excesivo, y un 11,3 por ciento confiesa que llega a soñar con cómo resolver un juego o un programa informático.

Esta tendencia al aislamiento es más acusada en el segmento masculino, y es que el porcentaje de hombres que llega a soñar con la solución de un juego casi triplica al de mujeres un 16,3 por ciento frente a un 6,4 por ciento.

El hecho de pasar mucho tiempo haciendo uso de videojuegos u ordenadores no parece implicar a priori un aislamiento de la persona, ya que se tiene en cuenta la tendencia a jugar con otros, tanto de manera presencial como a través de internet. Sin embargo, más del 15 por ciento de los entrevistados reconoce que como consecuencia de estos hábitos sociales pasa más tiempo comunicándose con sus amigos por teléfono u ordenador que estando físicamente con ellos.

Para dar una visión más precisa del riesgo que puede tener el abuso de las nuevas tecnologías, el estudio de Append ha creado una escala que analiza la concurrencia en una misma persona de los valores mencionados anteriormente. De este modo, el caso más extremo será el de una persona que manifiesta alteraciones del sueño, frustración por no poder acceder a la tecnología o aislamiento social en sus distintas formas.

En este sentido, se observa que el uso excesivo de las tecnologías alcanza a algo menos del 4 por ciento de la población adulta, llegando a ser extremo tan sólo en el 0,8 por ciento de los casos. Esta cifra es similar al índice de prevalencia de ludopatía que arrojan diversos estudios realizados en España.

Tradicionalmente han sido los hombres los que han tenido más fácil el acceso a la tecnología, de ahí que sean ellos los que soporten el mayor nivel de riesgo. La diferencia disminuye entre las generaciones más jóvenes. No obstante, se aprecia claramente además que las conductas más extremas se dan exclusivamente entre hombres jóvenes.

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